El boato de la gala de reinauguración del Teatro Colón en el día del Bicentenario de la Revolución de Mayo se desvaneció rápido. Apenas terminó la primera función, el ballet empezó a notar que algo andaba mal. En un par de meses las miradas se concentraron en el escenario. Los bailarines empezaron a lesionarse con una frecuencia inusitada. Se suspendieron las presentaciones del ballet estable. “El piso del escenario está mal hecho”, sentenció el primer bailarín Maximiliano Guerra. La semana pasada, el juez Juan Vicente Cataldo realizó una inspección ocular, comprobó la existencia de maderas levantadas y les dio cinco días a las autoridades para que realicen los arreglos necesarios. La lupa se posó entonces en quien fue el responsable de hacer la obra: Patagonia Flooring. Los antecedentes de su propietario, Daniel Saramaga Rodríguez, permitían por lo menos tomarse ciertos recaudos. Condenas con prisión, por evasión y procesos por estafa se acumulan en el prontuario de uno de los empresarios madereros top.

Este diario intentó que el gobierno porteño le precisara cómo se decidió la contratación de la empresa que recicló nada menos que el escenario y quién dio el visto bueno a la obra. En el Ministerio de Desarrollo Urbano, a cargo del empresario Daniel Chain, explicaron que la constructora Dycasa fue la encargada del emprendimiento y derivaron a Página/12 a las autoridades del Teatro Colón. En el coliseo se sorprendieron por la consulta porque ellos, dijeron, están a cargo de la programación artística y no del reciclado; quedaron en averiguar quién podría dar una respuesta. En tres días no hubo más precisiones.

Dycasa es una de las constructoras que disputa las grandes obras públicas. En varias oportunidades se ha presentado como Unión Transitoria de Empresas (UTE) con Calcaterra, la firma que maneja Angelo Calcaterra, el primo hermano del jefe de Gobierno, Mauricio Macri, quien quedó a cargo de los negocios de construcción e inmobiliarios del Grupo Macri. Un recaudo que tomó la familia ante la carrera política del hijo de Franco Macri. En enero de 2007, Dycasa informó a la Bolsa de Comercio que había firmado un contrato por 22,2 millones de pesos con el gobierno porteño para rehacer el escenario, incluida la renovación del piso y la reparación del disco giratorio de 20 metros de diámetro, entre otras cosas.

Las mañas

Un informe del Ministerio de Desarrollo Urbano da cuenta de que “se cambió el piso de peteribí por otro de iguales características, incluido el foso de orquesta”. La opinión de los bailarines, quienes presentaron un recurso de amparo ante la Justicia por las lesiones que sufrieron, discrepa con que el piso tenga la elasticidad y la terminación adecuadas (ver aparte).

Reciclar el escenario de uno de los teatros de ballet y ópera emblema en el mundo es, sin duda, una vidriera a futuros negocios. Patagonia Flooring aprovechó la ocasión. La estrella de la danza, Julio Bocca, apareció en una publicidad de la empresa, diciendo: “Bailé sobre los mejores escenarios del mundo. Por eso elegí para mi casa a quienes renuevan el Teatro Colón”. A medida que proliferaron las críticas, el domingo pasado, en una entrevista con el diario Perfil, Bocca tomó distancia: “Del piso no puedo hablar porque yo no bailo más, así que no sé. Ahí ya no tengo nada que ver”.

El dueño de la maderera que consiguió ser contratado para hacer el escenario, Daniel Saramaga Rodríguez, es un viejo conocido de la Justicia. Su prontuario detalla que en el ’98 fue condenado a dos años de prisión en suspenso y embargado por 300 mil pesos por fraude a través de la empresa Jorsar SA; en el ’99 fue procesado por estafa y varios bancos lo denunciaron por emisión de cheques sin fondo y quiebra fraudulenta. En 2001 pidieron su captura por estafa. En 2003, el juzgado Penal Económico Número 6 dispuso la detención de Saramaga Rodríguez por evasión fiscal y defraudación a empleados de la mueblería de su propiedad Andre Kevin. Tiene pendiente otra causa que la Sala I de la Cámara Federal elevó a juicio oral por haber falsificado pagarés por un millón de pesos/dólares para estafar al Banco de la Nación Argentina en una operación de compra de un inmueble sobre Estado de Israel y Gascón. Un selecto grupo de abogados lo defiende y va prolongando los plazos judiciales con innumerables recursos con el objetivo de lograr la prescripción.

En 2008, las empresas de Saramaga Rodríguez fueron involucradas en maniobras de importación con China para reembolsar beneficios fiscales, fraguando luego exportaciones. A pesar de esos antecedentes a flor de piel, Patagonia Flooring logró eludir los controles de calidad de la administración macrista y hacerse con la vidriera del piso del escenario del Teatro Colón. En el ínterin aceitó los contactos con otras áreas del gobierno porteño y consiguió que el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, a cargo de Diego Santilli, le otorgue el cuidado de cinco plazas de la comuna. Un lugar codiciado por las empresas para afianzar su imagen pública y de relación con la comunidad.