Desde que asumió, su director, Pedro Pablo García Caffi, no recibió ni una sola vez a la junta interna de ATE, lo que explica en parte la escalada. A un empleado le iniciaron un sumario administrativo que llevó a una medida gremial, que ya lleva cinco días. El teatro debió suspender la ópera Katia Kabanova, luego cancelaron la función de la Orquesta Filarmónica. El viernes se suspendió la opera de Verdi Falstaff, que tampoco se pudo ofrecer ayer. Los trabajadores del Colón hicieron una protesta musical frente al teatro: tocaron “La Habanera”; de Cartien y el Himno nacional. En respuesta, la gestión PRO amenazó con sumariar a 60 personas y suspenderlos: ocho de ellos –7 delegados– recibieron las notificaciones durante el fin de semana. Pese a que ayer entraron sin problemas, los delegados están convencidos de que la escalada va a continuar. Para hoy está previsto un acto en la esquina del teatro. “No aceptamos estas medidas represivas hacia los representantes del teatro y estamos evaluando hacer un paro de todos los sectores que se sumarían en solidaridad”, dijo a Página/12 Rodolfo Arrechea. La sanción a los trabajadores es controvertida, dado que –en principio– deberían haberles dado diez días para presentar un descargo. La gestión PRO acusa a los gremialistas de no cumplir con un acuerdo, mientras que ellos sostienen que quien rompió el acuerdo fue el Ejecutivo. García Caffi dio una conferencia de prensa con el ministro de Cultura, Hernán Lombardi, y el de Hacienda, Néstor Grindetti, durante la cual acusó a los trabajadores de convertirse “en arquitectos de la destrucción; no van a dejar que Macri tenga el teatro abierto”.