Ron. En la ronda final de cierre de la cumbre, Lula da Silva iba ofreciendo la palabra a los distintos representantes. Cuando llegó el turno de Guyana, Lula se tomó el tiempo para darles un pequeño consejo y de paso también un mangazo. “Todos sabemos qué bueno que es el ron de Venezuela, de Colombia, pero somos pocos los que sabemos que en Guyana se hace uno de los más ricos de la región”, logrando algunas risas de los presidentes, pero no se quedó allí. “Les propongo que para la próxima reunión traigan unas botellas para repartir entre los presidentes, así van promocionando el producto”, desatando las carcajadas fuera de protocolo.

Churrasco. La presidencia en manos de Paraguay entreabrió el viejo pero más controlado conflicto por las asimetrías entre los países del Mercosur. Si bien el guaraní Fernando Lugo hizo una mención en su discurso, entre la prensa local comenzó a cundir el pánico cuando se enteraron de que Lugo estaba manteniendo una reunión con sus pares de Bolivia, Evo Morales, y de Uruguay, José Mujica –los países desfavorecidos por su tamaño– en el Parque Tecnológico de Itaipú. Supuestamente ya se habían retirado todos los mandatarios. Luego de dos o tres llamados, uno de los encargados de la organización del evento calmó a los presentes. “Se fueron a Paraguay a comer un churrasco”, dijo haciendo alusión a que estaban por comer un asadito al otro lado de la frontera.

Antenas. En el tiempo en que las comunicaciones mandan, en Foz de Iguazú se vivió todo lo contrario. “Los asesores y los presidentes se están volviendo locos porque las señales de teléfono son muy malas, varían todo el tiempo”, confió un funcionario de la Cancillería a Página/12. Luego un asesor de la comitiva brasileña explicó que “al estar tan cerca las tres fronteras las antenas se cruzan y generan problemas com los servicios de telecomunicaciones”.