Diarios. Con mayor o menor despliegue, los principales diarios mexicanos destacaron en sus ediciones de ayer el inicio de la visita de Estado de la presidenta Cristina Kirchner. La Reforma, incluso, dedicó media primera plana a la foto de la Presidenta junto al empresario Carlos Slim recorriendo el Museo Soumaya. Milenio combinó una crónica con una semblanza sobre la Presidenta, en la que destaca que hoy tiene una intención de voto de entre 45 y el 55 por ciento, “lo que la convierte, por ahora, en la política más poderosa del país”.

Pelea. Los dos anfitriones de Cristina Kirchner en México se encuentran por estos días en medio de una dura disputa. Resulta que el presidente Felipe Calderón resolvió no permitirle a Carlos Slim y su gigante telefónico Telmex entrar en el negocio de la televisión por cable como pretendía. Los opositores acusan a Calderón de favorecer el imperio de la cadena Televisa que, aseguran, trata a su gobierno mejor de lo que merece. Los comentaristas también sostienen que Calderón se la tiene jurada al hombre más rico del mundo por sus críticas a la política económica que lleva adelante y las muchas veces que suele salirle al cruce cuando el presidente trata de difundir una visión optimista del rumbo mexicano. Teniendo en cuenta el batallón de abogados que Slim tiene a su disposición, la pelea promete continuar.

25 K. Insistentes, los militantes de la agrupación 25 K siguieron a Cristina Kirchner en todas sus actividades con sus cantitos de apoyo y a favor de la reelección. El joven Ignacio Vázquez, uno de sus líderes, explicó que el nombre de la agrupación se debía a que consideraban la provincia número 25 a los argentinos en el exterior y la K, bueno, porque son kirchneristas. Sostuvo que uno de los objetivos del grupo es concientizar a los argentinos que viven en México –los registrados oficialmente son 15 mil, pero se calcula que en total podrían llegar a 40 mil– para que se empadronen y voten en octubre “ahora que tenemos alguien a quien votar”.

PJ. Reaparecido en este viaje, el diputado José María Díaz Bancalari cumplió sólo la etapa mexicana de la gira presidencial. Es que le tocaba cumplir con otra de sus responsabilidades: la organización del Congreso Nacional del Partido Justicialista del próximo sábado. Medio a regañadientes, Díaz Bancalari aceptaba que debía emprender el retorno, aunque teniendo en cuenta las reuniones previas del PJ, todo parece marchar sobre ruedas. “Igual siempre algún despelote hay”, aceptaba el diputado, de vasta experiencia en estas lides.