EL PAíS
Reencuentro imposible
Lourdes Di Natale iba a reencontrarse ayer con su hija Agustina de 9 años. El 24 de julio del año pasado había sido la última vez que estuvieron juntas. Ese día Di Natale perdió la guardia de su hija y la tenencia pasó a manos del abogado Mariano Cúneo Libarona, papá de Agustina. Alcira Ríos, abogada de Abuelas de Plaza de Mayo, fue quien logró acordar con la Justicia el reencuentro. Ríos había tomado el caso, luego de que Di Natale le hubiera pedido ayuda a Estela Carlotto, presidenta de Abuelas, tras conocerse en un programa de televisión.
Di Natale debía reunirse ayer con su hija en la Casa Verde, sede de la Fundación “Por la Causa de los Niños”. El juez nacional que tenía el caso, Lucas Aon, había notificado a través de una cédula que llegó a la oficina de Abuelas el viernes pasado, que el 4 de marzo a las 17:30 le otorgaba a la mamá el espacio para la “revinculación” con su hija. “Alcira estuvo con Lourdes y le comentó que en unos días vería a Agustina. La encontró muy contenta por el reencuentro”, aseguró Carlotto. Por eso, dentro del círculo más íntimo de Lourdes descartan la posibilidad del suicidio.