EL PAíS › OPINION
Luego del 25 de mayo hablamos
Por Julio Nudler
El de ayer quizá fue sólo un fallo aparente, un simulacro de justicia. La Corte redolariza el depósito de San Luis, pero proponiéndoles a la provincia y al Banco Nación acordar la manera de materializar esa decisión. Como los puntanos no quieren Boden y el BNA no quiere o no puede entregarles dólares o pesos en cantidad equivalente, es probable que, una vez que expiren los 60 días corridos que la sentencia da a las partes para negociar, el asunto regrese a la Corte. Esta será, entonces, la que imponga el mecanismo de cancelación del depósito.
El plazo mencionado vencerá el 4 de mayo, una semana después de la celebración de las elecciones generales y dos antes del ballottage. El alto tribunal podría reunirse alguno de los días siguientes al lunes 5 para examinar la cuestión, pero, de hecho, como para la Corte no hay plazos, estará en condiciones de manejar los tiempos a su antojo. Quizá prefiera expedirse una vez que se sepa quién es el nuevo presidente, para amoldar su pronunciamiento a la voluntad popular.
Hipótesis 1: ganó Carlos Saúl Menem. En ese caso, se resuelve que el Banco Nación pague en Boden 2013, alternativa que por tanto quedaría habilitada para todos los demás litigios similares. De esa manera, el flamante gobierno se evita un problema acuciante y la banca descorcha champán, mientras los ahorristas maldicen. Ya hoy los títulos cotizan a menos de la mitad de su valor facial.
Hipótesis 2: venció Elisa Carrió. En tales circunstancias, los supremos magistrados entienden que el BNA debe inevitablemente poner a inmediata disposición de San Luis los dólares, y lo mismo todos los bancos con todos sus clientes en igual situación. El flamante gobierno del ARI se tambalea groggy contra las cuerdas. La jefa del Poder Ejecutivo menciona algo en relación a “matrices mafiosas”.
Hipótesis 3: se impuso Adolfo Rodríguez Saá, promotor de este pleito. En esta eventualidad, la Corte permite que las obligaciones se extingan en pesos equivalentes, y el primer mandatario, asesorado por David Expósito, resuelve hacerlo así, tomando como referencia cada día el cierre de la víspera en la pizarra del Nación. Cada depositante del corralón recibe los pesos que le corresponden, provistos a los bancos por el BCRA mediante redescuentos, pero cuando va a canjearlos por dólares se encuentra con que el tipo de cambio se disparó. De esta manera, el problema del corralón queda licuado, al costo de una ligera perturbación macroeconómica.
Hipótesis 4: triunfó Néstor Kirchner. Para tal emergente no tiene aún la Corte una posición definida. Eventualmente, aguardaría la designación del ministro de Economía. Si el cargo recayese en Roberto Lavagna, podría permitir, a opción del banco, entregar dólares, pesos equivalentes o títulos. De esta manera, Lavagna se vería obligado a aceptar finalmente una versión actualizada del bono compulsivo, del que siempre quisieron convencerlo el FMI y los banqueros para socializar el desaguisado. La deuda pública volvería a subir un escalón, pero el Fondo ya dejó por escrito su consentimiento. Porque, como explicó Anne Krüger, la deuda en sí misma no es ni buena ni mala.