El francés François Hollande y el ruso Vladimir Putin son los jefes de Estado con quienes la presidenta Cristina Fernández de Kirchner mantendrá reuniones bilaterales durante la Cumbre del G-20. Pero según confió a Página/12 una fuente de la comitiva presidencial en Los Cabos, CFK también podría encontrarse con su par de Brasil, Dilma Rousseff. De ser así, Fernández de Kirchner volvería a Buenos Aires inmediatamente después del encuentro del G-20 y no participaría de la Cumbre de Río+20, que se realizará la semana próxima. CFK y Rousseff mantienen una relación aceitada y llevan posiciones comunes a los foros internacionales. De hecho, el viernes, ambas presidentas utilizaron la misma frase al hablar de la crisis económica europea: dijeron que no veían luz al final del túnel. En Brasil, según publicaron los medios locales, el ministro de Economía, Guido Mantega agregó: “Sí, se ve una luz, es una locomotora que viene hacia nosotros”. De producirse, el regreso anticipado le permitiría a Fernández de Kirchner reencontrarse con su hijo Máximo, que fue operado apenas dos días antes del viaje de su madre a Estados Unidos. Durante su permanencia en Nueva York, CFK habló con él todos los días para saber cómo se encontraba. Además, el gobierno argentino espera la visita del primer ministro chino, Wen Jiabao, que llegará a Buenos Aires el fin de semana que viene, luego de la cumbre en Río.