Beto Pianelli no duda: “Macri transformó esto en un conflicto político pensando en 2015”. Luego de una nueva jornada de paro de subtes, en la que el gobierno porteño anunció una multa por no haber acatado la conciliación obligatoria, el secretario general de la Asociación Gremial de los Trabajadores de Subte y Premetro recibió a Página/12 para dialogar sobre la situación a la que se llegó, por la que responsabiliza a la Ciudad y a Metrovías.

–Nosotros estamos a la espera de una solución desde el primer momento. Este conflicto no empezó hace siete días sino en marzo. Después de tantos meses en los que no tuvimos respuestas, llegamos a esta situación en la cual tampoco queríamos ir al paro: vos fijate que empezamos un viernes a las 9 de la noche, lo anunciamos con tiempo, para darles el fin de semana para negociar. Ahora se está hablando, hay llamadas, idas y vueltas; esto lo podrían haber hecho hace una semana, pero prefirieron llegar hasta este punto. Tuvimos que esperar una semana y que una jueza dictaminara que hay que sentarse para que hubiera una reunión. Una vez que nos sentamos, llegamos a un principio de acuerdo, que no era muy favorable a nosotros, pero lo íbamos a aceptar para destrabar antes de seguir discutiendo: pero de golpe nos dicen que se cayó todo, levantan la discusión y van y firman este pagadiós que es el acuerdo con UTA, que además es un actor inexistente dentro de este drama, ni siquiera aparecen en los créditos como extras. Firmaron un 23 por ciento a pagar el día que la empresa esté bien económicamente, imaginate, para ellos nunca están bien económicamente. Lo único que buscaban con esa maniobra era generar una confusión entre los usuarios y la sociedad, para tratar de que lo que estaba viendo todo el mundo, que es que la empresa concesionaria no brinda el servicio correspondiente, sacarlo del conflicto, sacar al gobierno de la Ciudad del conflicto y hacernos responsables a nosotros.

–Negociaciones no hay, lo que hay son charlas informales. Nosotros estamos dispuestos a discutir. Incluso, si nos resuelven los problemas de condiciones laborales, levantamos la medida y después seguimos discutiendo el tema salarios aún sabiendo que nos están mintiendo, que plata tienen, que hay plata en el banco que podrían utilizar y no la utilizan porque el Gobierno de la Ciudad no quiere sacarla. El Grupo Roggio no es un kiosquito, es un grupo que factura ocho mil millones sólo en los acuerdos que tienen con el Estado, es un holding internacional, maneja líneas del metro de San Pablo. Entonces, plata tienen. ¿No la quieren poner acá? Es una decisión de ellos, si no les sirve este negocio tendrían que retirarse, dar un paso al costado, y que Sbase se haga cargo del servicio como hizo durante tantos años o que haga otra licitación.

–Nosotros siempre fuimos muy críticos de Metrovías, que tiene un contrato absolutamente leonino. Ahora, la verdad de todo esto es que lo que habría que hacer con Metrovías y que el ingeniero Macri está a tiempo de hacer es rediscutir los términos del contrato o romper el contrato. Macri en cambio aceptó el contrato, pero ahora le agarró la chiripiorca y lo quiere devolver, después de haber aumentado la tarifa, porque como él es empresario, por las dudas lo primero que hace es aumentar las tarifas, y ahora quiere escaparse por la ventana. Eso generó el conflicto que todos conocemos. Según el acta que firmaron, el Estado nacional se había comprometido a poner 30 millones de pesos por mes, y la ciudad otro tanto. La Ciudad, para no poner esa plata, aumentó la tarifa, pero los 30 millones de la Nación están a nombre de la Ciudad para que Macri los saque del banco y se los dé a la empresa. Como se desligó, esa plata está durmiendo el sueño de los justos en una cuenta bancaria. Metrovías está desesperada por esa plata y todo este conflicto lo está provocando por eso, y por eso mismo dejó de hacer mantenimiento y de comprar más repuestos.

–El subte jamás en la historia dio pérdidas. Digo, empezaron como empresas privadas, así que imaginate que daba ganancias. Y además los construían ellos los subtes, los ingleses, no como ahora, que las obras las hace el Estado. Es más, antes de la privatización, la municipalidad sacaba plata del subte para la policía y para los bomberos. Cuando fue privatizada, era una de las pocas empresas que no daban pérdidas. Ahora, Macri con su lógica de empresario quiere optimizar las ganancias, igual que el Grupo Roggio, quieren mantener una tasa de ganancias altísima. Esa es su lógica y puede llevar el subte a 10 pesos porque no le importa quién viaje ni prestar un buen servicio.

–Nosotros, históricamente, tenemos compañeros de las diferentes ideologías. Incluso hay algunos que van a TN muy seguido. Y convivimos toda la vida. Nunca tuvimos problemas y siempre juntos defendimos nuestros intereses. Como sindicato funcionamos así y también funcionábamos así cuando éramos un cuerpo de delegados en el otro sindicato. Hay tipos de izquierda, hay kirchneristas y también hay gente que votó al PRO, es irreal pensar que en el subte no hay gente que votó a Macri, si sacó el 64 por ciento. Pero nosotros defendemos los intereses colectivos e individuales de nuestros compañeros. Si él está preocupado por mi ideología o por la de (Néstor) Segovia... Segovia todo el mundo sabe que es de Miles (la agrupación de Luis D’Elía), lo ha dicho públicamente, y todos saben que yo soy militante de Nuevo Encuentro. Pero cuando defendemos los intereses de nuestros compañeros, la posición política queda de lado, lo hemos demostrado históricamente, cuando el subte pertenecía a la Nación y nunca dudamos en defender nuestros derechos confrontando con la Secretaría de Transporte o el Ministerio de Trabajo.

–Para nosotros es un reclamo salarial y de condiciones de trabajo. Estamos desde hace meses realizando aperturas de molinetes, huelgas, treguas, y no pudimos cerrar la paritaria. Somos en ese sentido los más discriminados de la sociedad. Para no-sotros es un conflicto estrictamente gremial; ahora, para el ingeniero no. Para el ingeniero es un conflicto político, él está desarrollando un conflicto político con la Nación por haber firmado un acta. Si él considera que se equivocó que lo diga. Pero entendamos que si él fuera presidente de la República firmaría acuerdos con otros países y al día siguiente los rompería. Eso no es de un jefe de Gobierno, no es de una persona pública. El que tiene palabra la cumple. El, como no la tiene, hace estas cosas, y transformó esto en un conflicto político pensando en 2015.

–Para nosotros la conciliación fue improcedente porque vino de una de las partes del conflicto: Sbase pertenece al Gobierno de la Ciudad. A pesar de esto nosotros fuimos y estamos dispuestos a ir en cualquier momento a sentarnos de vuelta, porque para resolver el conflicto nosotros nos sentamos en la secretaría o en el bar de la esquina o en la casa de cualquiera. No-sotros nos juntamos con quien sea, queremos que se resuelva. El ingeniero, en cambio, estuvo seis días para que intervenga la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad, ¿por qué no intervino el primer día? Porque él no lo dejaba. Lo mismo con el traspaso, algún día va a tener que hacerse cargo y mientras tanto estuvo ocho meses haciendo el ridículo: en el medio sigue teniendo de rehén a todos los porteños y a los trabajadores del subte.

–La verdad que somos insolventes, igual que Metrovías (risas). Vamos a apelar porque es injusto, es improcedente y porque los problemas sindicales no se arreglan con medidas de coerción hacia los trabajadores, que somos los verdaderos perjudicados.

–Esperemos que mañana lo levantemos y que el lunes pueda haber subtes. Pero estamos esperando y tratando de abrir puertas para solucionar el conflicto mientras que la empresa y la Ciudad lo único que hacen es salir a provocarnos por la televisión y cuando se llega a algún acuerdo, romperlo.