EL PAíS

El verdadero origen de la trampa

 Por Raúl Kollmann

Carlos Menem habla de trampa, pero casi todas las maniobras con las que se pretendió maniatar al voto en su contra partieron de su riñón. La ley de internas abiertas fue bloqueada por una presentación suya ante la justicia electoral, al punto que la jueza María Servini de Cubría fue cuestionada por menemista a raíz de que la declaró inconstitucional. Pero más llamativo todavía es que la solución que terminó adoptando el peronismo –que sus candidatos fueran directo a las elecciones, sin pasar por una interna– llevó siempre el nombre de Solución Romero, ya que su creador e impulsor fue Juan Carlos Romero, el compañero de fórmula de Menem.
La Ley de Internas Abiertas y Obligatorias fue votada por unanimidad por todos los legisladores. El primer cambio devino de un reclamo de algunos partidos como el ARI que consideraron que no se les podía obligar a ir a una interna si tenían un solo candidato. En el caso del ARI era Elisa Carrió.
El menemismo ya miraba con desconfianza todo el proceso porque el cálculo era que si, por ejemplo, el ARI tenía sólo a Elisa Carrió como candidata, los adherentes de centroizquierda no irían a votar a la interna del ARI, sino a la justicialista. Y su voto sería en contra de Menem. El siguiente paso del riojano fue cuestionar la Ley porque permitía que afiliados a un partido votaran en otro: con esa excusa se buscó voltear la norma en su conjunto ya que estaba extendida la idea de que una enorme cantidad de independientes y adherentes de otros partidos expresarían su rechazo al riojano poniendo su voto en la interna del PJ. Nótese el objetivo: impedir la expresión de una parte mayoritaria de la sociedad, lograr una interna lo más cerrada posible.
El último paso fue el escandaloso método que impuso el duhaldismo en el congreso de Lanús, pero tampoco Menem tiene derecho a hablar de trampa porque el inventor del método fue Romero. Los hombres de Duhalde lograron una jugada inédita: que un mismo partido, el PJ, presentara varios candidatos habilitando a sus corrientes internas a conformar alianzas distintas con otros partidos. La jugada se basó en un vacío legal de la Constitución y las leyes ya que no aparece del todo clara una cosa elemental: que cada partido sólo puede tener un candidato a presidente o que sólo puede formar una alianza. Este atropello, está dicho, fue creado Romero y lleva su nombre.
De todas maneras, lo que está ausente en el mensaje televisivo de renuncia y en el texto legal de renuncia es que Menem estaba a punto de perder. Y no por la trampa sino por el enorme rechazo de la sociedad. En todo caso el método que terminó usando el PJ tuvo su origen en que el ex presidente buscó impedir que la gente se expresara como estaba previsto: en internas abiertas donde votara quien quisiera.

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