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La protesta de los efectivos de la Gendarmería y la Prefectura fue cuestionada por la amplia mayoría de la dirigencia política y los gobernadores no fueron la excepción. “Es una bravata militar que preocupó a miles de argentinos”, afirmó el entrerriano Sergio Uribarri, mientras su par bonaerense, Daniel Scioli, llamó a los manifestantes a “volver al trabajo”. El chaqueño Jorge Capitanich y el mendocino Francisco Pérez se expresaron en términos similares.

Scioli se pronunció sobre la protesta de los efectivos de la Prefectura y la Gendarmería a través de un comunicado y les planteó a los efectivos de ambas fuerzas de seguridad que llegó el momento “de reflexionar y volver a la normalidad” y les pidió que su actitud sea la de “volver al trabajo”. Scioli añadió que “hay que llamar a la tranquilidad, confiar en la voluntad del Poder Ejecutivo Nacional, que ha reconocido los errores en la implementación del tratamiento salarial y los ha corregido”.

“Ha sido un hecho sorpresivo que puso en vilo a toda la sociedad argentina sin ninguna justificación”, declaró Uribarri y remarcó que “fue un reclamo que tomó una dimensión injustificada y obliga necesariamente a pensar que, sobre la base de un hecho aparentemente cierto, como un recorte significativo en los ingresos de cierta parte de algunas fuerzas de seguridad, se haya montado una operación de inteligencia de sectores interesados en desestabilizar o afectar políticamente al Gobierno”.

El gobernador de Entre Ríos dijo también que el tenor y carácter del reclamo “es inadmisible” y reflexionó que las imágenes de la protesta “parecían del pasado, casi nunca vistas en democracia. Fueron algo fuerte que la gente no merecía. Una preocupación que la gente no merecía y que deberá tener consecuencias”.

“Las fuerzas de seguridad deben adecuarse en la manera de sus protestas a las formas de reclamo de la civilidad argentina”, sostuvo Pérez. El gobernador mendocino criticó la protesta de los integrantes de la Prefectura y la Gendarmería al dialogar con la prensa tras la inauguración de las nuevas oficinas centrales de Aerolíneas Argentinas en Mendoza.

Capitanich también se manifestó en el mismo sentido e instó a los integrantes de las fuerzas de seguridad a adecuarse a las pautas del funcionamiento democrático, ya que “luego de la decisión del Poder Ejecutivo de dejar sin efecto el decreto, no existen ni razones ni justificativos para mantener un estado deliberativo de ninguna fuerza”. El mandatario chaqueño, quien además es miembro de la Comisión Política del Partido Justicialista, mencionó que “una estructura jerárquica y piramidal de una fuerza de seguridad debe subordinarse a las autoridades institucionales, so pena de cometer acto de sedición, algo que se encuentra severamente penalizado por la Constitución”. Y agregó: “La preservación del conflicto está incentivado por actitudes destituyentes, que deben ser francamente repudiadas por la mayoría del pueblo argentino que con el 54 por ciento de los votos respaldó a nuestra Presidenta”.