EL PAíS
Un enclave kirchnerista
La Secretaría de Derechos Humanos aún no tiene ocupante. El ministro de Justicia designado, Gustavo Beliz, aseguró que va a iniciar una ronda de conversaciones con los organismos del área para definir el nombre. Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, anticipó el jueves a Página/12, que esperaba la continuidad del actual secretario, Oscar Fappiano. Durante su gestión, el funcionario mantuvo un perfil bajo, pero de buena relación con los organismos de derechos humanos. Por ahora, son pocas las posibilidades de que ese deseo se concrete. Quien parece ser el que mayores chances tiene para sucederlo es Carlos Kunkel, un militante de la Juventud Peronista en la década del ‘70 que estuvo siete años preso. Kunkel milita en La Corriente en La Plata y es abogado, pero no es alguien muy conocido para los organismos de Derechos Humanos. Si se confirma este nombre, la Secretaría de Derechos Humanos se convertiría en un enclave kirchnerista puro en un ministerio al que Beliz llevó a muchos funcionarios de su confianza, sin trayectoria peronista.