“En los próximos días vamos a enviar un proyecto de ley a la Legislatura porque no tenemos la mayoría y esperamos junto a otros espacios de la oposición (poder) ponernos de acuerdo”, sostuvo ayer Mauricio Macri, anticipando el arduo debate por el traspaso del subte que se producirá en el Legislativo porteño, donde se plantearán cuestiones centrales como las tarifas y el financiamiento del servicio. Desde la oposición coincidieron en criticar los once meses de demora que lleva el jefe de Gobierno y consideraron positivo que finalmente la Ciudad asuma su responsabilidad en el servicio. Aunque rechazaron un nuevo aumento de tarifas, desde el interbloque kirchnerista se mostraron cautelosos: “Vamos a ayudar para que el servicio esté mejor, pero tiene que haber medidas racionales”, señaló el legislador Aníbal Ibarra. La oposición no kirchnerista, en cambio, advirtió sobre un eventual acuerdo entre el PRO y el Frente para la Victoria, como denunció en su momento para aprobar la venta del Edificio Del Plata y la cesión de terrenos de la Ciudad.

La decisión del líder del PRO de terminar la disputa con el gobierno nacional y aceptar el servicio trasladó el tema del subte al ámbito de la Legislatura porteña, donde todavía están frescas las denuncias de un pacto entre el PRO y el FpV de la semana pasada y continúa negociándose la aprobación del Presupuesto. “Nos parece positivo, pero no deja de ser una decisión absolutamente tardía. Por fin se hizo cargo de algo”, señaló el jefe de la bancada kirchnerista, Juan Cabandié, quien rechazó las acusaciones de Macri al gobierno nacional por una supuesta “falta de diálogo”. “Es ridículo porque hace meses que se viene dialogando. El se desdijo porque le agarró un capricho y hubo que tenerle paciencia hasta ahora”, completó Cabandié, que se mostró prudente hasta que el PRO envíe finalmente el proyecto. De todas maneras, en el kirchnerismo rechazan una nueva suba y señalaron que la Ciudad tiene recursos para solventar los gastos del servicio.

Para Ibarra, un incremento de la tarifa actual es “un disparate” porque provocaría una nueva fuga de pasajeros a otros servicios, como la que se produjo con el aumento del 127 por ciento, que llevó el boleto a 2,50.

“Macri no me termina de sorprender porque sigue usando la victimización como una forma de no hacerse cargo de los problemas de la Ciudad. Todo esto está enganchado en el paquete de leyes que se están aprobando con el aval del kirchnerismo en la Legislatura: el distrito de las artes, la cesión de terrenos, la venta del Edificio Del Plata”, disparó Fabio Basteiro, de Buenos Aires Para Todos. “Era hora, pero hay que ver la letra chica de la ley. Como esto es parte del pacto PRO-K de canje de negocios, en realidad habrá que ver cuánto nos cuesta”, dijo en el mismo sentido Alejandro Bodart, del MST.

Según Rafael Gentilli, de Proyecto Sur, el anuncio “es un acto de sensatez después de once meses de pérdida de tiempo e insensatez”. Sin embargo, habrá que esperar a ver cuál es la propuesta del Ejecutivo. El legislador recordó que tiene un proyecto de traspaso en marzo de este año y que ahora debería ponerse en discusión la concesión a Metrovías y la estructura de negocios del Grupo Roggio. “Si la Ciudad va a poner plata, necesitamos que los recursos que genera vayan al subte y no a los grupos empresarios”, concluyó.

Desde la Coalición Cívica, Fernando Sánchez sostuvo que la Ciudad debe administrar los subtes, pero van a ser cuidadosos con el proyecto del PRO, “ya que para el jefe de Gobierno la plata sólo aparece luego del nuevo aumento de impuestos”.

En este contexto, todas las fuerzas opositoras coincidieron en esperar hasta leer los detalles de la iniciativa antes de acceder al pedido de acompañamiento que ayer les formuló el líder del PRO.