Esta charla se realizó en dos partes, una personal y otra telefónica. La primera debió terminar de manera anticipada. Ocurrió que dos hombres ingresaron al bar mientras se realizaba la entrevista, primero se sentaron en una mesa, luego se movieron a otra, a los pocos minutos avisaron a la moza que salían a buscar a unos amigos y volverían para ocupar una mesa para seis. Por alguna intuición, al rato revisé debajo de la silla a ver si estaba mi bolso con su contenido de documentos personales, dinero, llaves, tarjetas, celular, grabador y varios etcéteras más. Se lo habían llevado. Como para echar por tierra todos los prejuicios, el hecho sucedió en plena mañana en un moderno bar de una de las zonas de más alto poder adquisitivo de la ciudad y los autores fueron dos hombres de mediana edad, bien vestidos. Vale como cierre del año de esta sección que se propuso no sólo entrevistar a un personaje de la actualidad sino también hablar de Buenos Aires, de sus bares, de su gente y de la realidad que nos toca vivir día a día.