Desde Santiago

“Un nuevo esquema de premisas” para la relación entre el Mercosur y la Unión Europea aparece en el horizonte, según confirmó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al salir de una reunión bilateral con su par brasileña, Dilma Rousseff, la primera de las dos que mantendrán ambas mandatarias este fin de semana. El acuerdo entre la UE y el bloque económico no podrá darse en los términos “de 2004”, advirtió CFK, sino que deberá contemplar las novedades que afectaron a ambas regiones en la última década y que modificaron los roles en la relación. El primer paso será la creación de una “comisión ad hoc” para tratar el tema entre los miembros del organismo sudamericano, para luego presentar una nueva propuesta, en el último trimestre de este año, a los europeos que logre destrabar las negociaciones demoradas durante casi diez años.

“La reunión fue excelente, pero habrá otra más tarde porque no alcanzó el tiempo”, sostuvo la mandataria ante las cámaras que, a pesar del sol cayendo a pique y los casi treinta grados de temperatura, la esperaban a la salida del exclusivo hotel Ritz-Carlson, donde tuvo lugar el encuentro. La bilateral, que fue la primera actividad oficial de Fernández de Kirchner tras arribar a Santiago, poco después del mediodía, se extendió por casi tres cuartos de hora y debió interrumpirse para que ambas mandatarias llegaran a tiempo a la sede de la cumbre UECelac (a unos 20 kilómetros del centro santiaguino) para la apertura oficial, a cargo del anfitrión Sebastián Piñera.

“La negociación con la Unión Europea no puede ser con las bases tomadas en 2004. Hay que construir un nuevo esquema de premisas”, señaló la Presidenta, quien destacó la necesidad de llegar a un acuerdo sólido “primero intra Mercosur” antes de sentarse a negociar con los europeos. “No somos sólo Argentina y Brasil”, agregó, haciendo énfasis en encontrar una fórmula “entre todos, junto a Paraguay, Uruguay y Venezuela, sobre todo Paraguay, que tiene elecciones y en agosto tendrá nuevas autoridades”, lo que permitirá que las autoridades de ese país vuelvan a incorporarse al bloque del que fueron suspendidas tras el golpe de Estado institucional que sufrió el entonces presidente Fernando Lugo en junio de 2012.

CFK anticipó la intención de “conformar una comisión ad hoc intra Mercosur para que discuta y reelabore nuevas propuestas y una nueva oferta para presentar en el último trimestre de este año a la UE”, teniendo en cuenta que “en este nuevo mundo hay nuevos protagonistas y nuevos términos de intercambio comercial”. Tal como señaló la mandataria, “hay países emergentes con desarrollo industrial emergente frente al consolidado desarrollo de la UE, y se necesita que esto sea previsto para que las asimetrías estén previstas, para que no se perjudique a nuestra industria y sobre todo a nuestros pueblos”. La fecha para dar ese paso sería junio de 2013, en ocasión de la cumbre de presidentes del bloque que está proyectado se lleve a cabo en Montevideo.

De todas formas, no hay mucho optimismo en la delegación argentina sobre la posibilidad real de avanzar en el corto plazo en un acuerdo con Europa, aunque, por otra parte, aseguran que a partir del acceso de la Argentina en los últimos años a nuevos mercados relativizó el peso del Viejo Continente en la balanza comercial, por lo que ya no resulta tan urgente allanar ese camino. “Hoy no dependemos de Europa, tenemos otros destinos alternativos de igual o mayor importancia en términos de población y de capacidad adquisitiva”, señaló, en diálogo con Página/12, un funcionario de primera línea que forma parte de la comitiva presidencial.

La bilateral comenzó poco antes de las tres de la tarde y tuvo una particularidad: aunque de este tipo de reuniones suele participar un grupo reducido, ayer, además de ambas mandatarias hubo una nutrida delegación de funcionarios de ambos países. Por el lado argentino fueron parte los ministros de Agricultura, Norberto Yauhar; Planificación Federal, Julio De Vido, e Industria, Débora Giorgi, los viceministros de Economía Axel Kicillof y de Relaciones Exteriores, Eduardo Zuaín, y la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, además de los embajadores en Chile, Ginés González García, y en Brasil, Luis María Kreckler. En tanto, también estuvieron presentes el canciller brasileño Antonio Patriota, el ministro de Industria de ese país, Fernando Pimentel, y el asesor de Rousseff en asuntos de Política Internacional, Marco Aurelio García.

Tal como lo anunció Fernández de Kirchner, la idea de ambas presidentas es repetir el encuentro antes de abandonar Chile, con la intención de seguir avanzando en la agenda estratégica, específicamente en los ítems que hacen a integración regional. Cristina y Dilma ya habían compartido un tete a tete en Brasilia, el mes pasado, y tienen una cuarta entrevista agendada para la primera semana de marzo en El Calafate, que iba a realizarse en estos días pero se pospuso para permitir que los equipos técnicos avanzaran en sus tareas y sacar mayor provecho al encuentro.

Mañana, durante el segundo día de la cumbre UE-Celac, está previsto que Cristina Fernández de Kirchner mantenga una reunión bilateral con Angela Merkel cuyo temario no se hizo público. Ayer a la mañana, la mandataria alemana había hablado de impulsar una apertura de los mercados entre ambos bloques regionales, idea que se encuentra en los antípodas de lo planteado por Argentina y Brasil a la tarde, por lo que se supone que este encuentro serviría para comenzar a acercar posiciones. Otras dos entrevistas cara a cara tenía CFK en agenda para este fin de semana, pero aún no tienen horario: con el anfitrión Piñera, en la Palacio de la Moneda, y con el flamante presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.