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En el mismo día Rafael Bielsa se entrevistó con quien conduce una Organización de las Naciones Unidas vaciada por el unilateralismo norteamericano, Kofi Annan, y con el líder de los unilaterales, el embajador estadounidense John Negroponte. Annan escuchó de Bielsa la promesa de que la Argentina puede contribuir en Irak solo con la ONU, bajo el paraguas del delegado del secretario general, el brasileño Sergio Vieira de Mello, y só
lo para tareas humanitarias. Es decir que no habrá tropas bajo el comando de los Estados Unidos con sede en Tampa, Florida, ni la Argentina combatirá a los shiítas en la difícil construcción del Irak de posguerra. Annan también prometió ocuparse personalmente de los hijos de Gabriela Arias Uriburu e interceder por la deuda argentina. A Negroponte, Bielsa lo bombardeó a preguntas. “Eh, me piden un panorama de todo el mundo. Se ve que la Argentina quiere integrar el Consejo de Seguridad”, bromeó. Bielsa recordó que al país le toca en el 2004.