Sobre el final de la audiencia, el juez Pablo Lucero sorprendió a Grassi con algunas preguntas sobre derecho canónico y religión. Primero le preguntó quiénes eran sus superiores jerárquicos a nivel nacional y a nivel “universal”. El cura respondió que dependía del Obispado de Morón, hoy a cargo de monseñor Luis Guillermo Eichhorn, y que su mentor a nivel mundial era el papa Francisco. Luego tuvo que decir cuáles eran sus votos como sacerdote. Entre ellos mencionó la castidad y la pobreza.

Lucero quiso saber también si en el ámbito de la Iglesia Católica se había abierto algún tipo de investigación interna sobre su caso. Julio César Grassi reconoció que hubo un pedido de informes solicitado en su momento por el hoy papa emérito Benedicto XVI. El juez del tribunal quiso saber si había respondido de alguna manera a ese informe. Dijo que lo había hecho monseñor Jorge Bergoglio, antes de ser papa, a través de un libro que la Iglesia le encargó al jurista Marcelo Sancinetti. “Lo que se dice allí es que soy inocente”, remarcó Grassi.