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Tiempo de preparación pero también de espera y análisis. Al menos así caracterizaron integrantes de la Comisión de Juicio Político la tarea de los próximos días. Ahora el titular de la comisión, el justicialista Ricardo Falú, deberá designar a los legisladores que tendrán a su cargo la tarea de acusar a Eduardo Moliné O’Connor en el Senado. Con respecto a la posibilidad de abrir otros procesos contra algunos de los miembros del alto tribunal, en la comisión hay por ahora cautela. Consideran que es preciso ver cómo avanza el caso Moliné en la Cámara alta para recién tomar una decisión.
La cautela de los miembros de la Comisión de Juicio Político, sobre todo de los justicialistas, no es gratuita. Los números que surgen de la planilla de la votación del miércoles por la noche da cuenta de la adhesión que tuvo el tema en el bloque oficialista. De los 111 legisladores que tiene la bancada, sólo apoyaron la acusación 56. En contra lo hicieron 11, pero no estuvieron a la hora de votar 43. Tal vez allí se sustenta la frase de uno de los miembros justicialistas de la comisión, quien ayer sostuvo que “hay que cuidar los votos que tenemos antes de avanzar con otro magistrado”. Entre los ausentes hay una docena que proviene de la provincia de Buenos Aires y el resto se distribuye entre los diferentes distritos donde hay algunos menemistas.
De hecho, el aporte oficialista para la acusación del supremo apenas superó en 15 a la cantidad de legisladores que sentó el radicalismo. No es un dato menor si se considera que el PJ duplica en cantidad a los diputados de la UCR. Es verdad también que entre los ausentes hay varios kirchneristas que se encontraban cenando al momento de la votación, pero estos “despistados” apenas son cuatro. Es por ello que el oficialismo deberá ajustar las clavijas antes de avanzar contra otro supremo.