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Si bien evitó caer en un tono triunfalista, y de hecho en la última arenga a sus seguidores los exhortó a continuar trabajando “para ganar, que falta poco”, Aníbal Ibarra cerró ayer su campaña con un acto digno de todo candidato que se sabe vencedor de las elecciones. En un Luna Park repleto, el jefe de gobierno, quien el próximo domingo irá en busca de su reelección, cambió el libreto que venía repitiendo en las últimas semanas e hizo un discurso con fuerte contenido político nacional. “Vamos a enterrar en forma definitiva al menemismo y lo vamos a enterrar en esta ciudad”, prometió Ibarra, y advirtió que en su pulseada con Mauricio Macri “se juega el final del menemismo y la fortaleza del proceso que está comenzando”.
Lo que Ibarra hizo con su discurso fue, en verdad, poner el broche final a un acto que desde un principio tuvo clima y color de triunfo. Todo empezó con una obra de teatro del grupo Catalinas Sur –con el inconfundible sello del compañero de fórmula de Ibarra, Jorge Telerman– en la que se representaron las distintas épocas de la ciudad y los personajes característicos de cada momento.
La obra dio tiempo al ingreso de las diez mil personas que colmaron el Luna Park –los organizadores calcularon que otras dos mil quedaron afuera– y a la llegada de uno de los invitados estelares, como el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. En cambio, la líder del ARI, Elisa Carrió, y el ministro de Educación, Daniel Filmus, llegaron puntuales. En la primera fila de la platea también estuvieron el titular de la cartera de Trabajo, Carlos Tomada, y los principales funcionarios de la ciudad junto a los candidatos a diputados y legisladores de Fuerza Porteña, la coalición que se articuló en respaldo a la reelección de Ibarra.
Una vez que las tribunas estuvieron repletas, el locutor de turno se encargó de entusiasmar al público. Modulando la voz como un presentador de boxeo –a tono con el lugar elegido para el cierre de campaña–, empezó a leer adhesiones y a formular consignas como “la pelea de fondo es entre el pasado, la impunidad y los privilegios económicos que encarna un niño bien, y una fuerza nueva que representa el futuro”. Fue un anticipo de lo que Ibarra diría minutos después cuando quedara solo en el escenario.
“Será una elección difícil, porque se juega el final del menemismo. La derecha no tiene esta vez gerentes ni mediadores, el propietario de un grupo económico fue puesto en la cancha. Se juega todo. Pero les decimos que van a perder”, afirmó el jefe de gobierno, quien, como se hizo habitual en el último tramo de su campaña, abrió su discurso con un “homenaje a ese luchador de los derechos humanos y ese ejemplo que fue Alfredo Bravo”.
Después de recordar que este año se cumplen 30 de la llegada de Héctor Cámpora al poder y 20 del fin de la dictadura y el retorno a la democracia, Ibarra señaló que “hoy termina un ciclo; termina la década menemista que hundió a la Argentina” y agregó que “se termina la impunidad: María Julia está presa, se abrieron los archivos secretos para investigar el atentado contra la AMIA y se abolieron las leyes de impunidad”. También remarcó que “hoy tenemos un Gobierno y un Estado que defienden los intereses de los argentinos”, para luego remarcar: “O se está del lado de quienes quieren consolidar este proceso o del lado de aquellos que quieren frenarlo y retroceder”. Ibarra marcó la diferencia entre Fuerza Porteña y la alianza que respalda a Macri: “Armamos un espacio político transversal”, mientras que “del otro lado está la vieja política que sostuvo al menemismo”. El ex fiscal dedicó, además, un párrafo en particular a los votantes de Zamora y los otros partidos de izquierda. “Saben –expresó– que este gobierno tuvo un fuerte compromiso social. Queremos una ciudad sin privilegios. También ellos tienen que estar de este lado.”
“Vamos a ganar, que falta poco. Fuerza, Lilita, fuerza Presidente. Vamos todos juntos”, fue lo último que Ibarra dijo sobre el escenario. El acto lo cerraron Juan Carlos Baglietto, Roque Narvaja, Patricia Sosa, Horacio Fontova y Liliana y Lito Vitale, cantando “Un tambor y un corazón”, el tema que grabaron especialmente para la campaña de Fuerza Porteña.