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Por P. F.

–Usted había dicho que si ganaba Menem no iba a ser candidato a gobernador. Ganó Kirchner y sin embargo hubo en esta campaña una discusión en torno del apoyo del Presidente a su candidatura y a la de Binner.
–En esto no he tratado de poner de ninguna manera los ejes de mi campaña en el tema de las pertenencias ni en los apoyos, yo he tratado de poner el eje en las propuestas, me la he pasado estos 60 días recorriendo la provincia explicando lo que quiero hacer con el sector productivo, con los impuestos, con la educación, con la salud en caso de ser nuevamente gobernador. El tema de los apoyos es algo que viene solo. Yo no tengo que estar explicando mi relación con Kirchner porque es una relación histórica, nos conocemos desde las épocas de estudiante, militamos juntos en las agrupaciones juveniles del peronismo, yo estuve en San Vicente cuando él lanzó su candidatura (a presidente) allá por enero, fui el único dirigente. Incluso tuve un tirón de orejas del justicialismo de Santa Fe que no veía con agrado que un dirigente de primera línea como lo era yo estuviera apoyando la candidatura de Kirchner. Dos veces Cristina Fernández de Kirchner vino a la provincia a apoyar nuestra propuesta. Más allá de los apoyos, lo que he tratado de hacer es de forma leal y honesta llegar a la gente con mis propuestas, decirle que es lo que pretendo hacer si soy gobernador, cuáles son los temas en los que nos hemos especializado para tratar de encontrarles solución a los problemas de la población.
–Durante la campaña usted mencionó insistentemente que su intención es hacerle recuperar a Santa Fe el liderazgo que ha perdido a nivel nacional. Eso dicho en la provincia donde hay un hombre con el peso político de Carlos Reutemann lleva implícito un reclamo al gobernador que podría haber sido electo presidente.
–Yo lamenté siempre que Reutemann no hubiera sido presidente porque estoy convencido de que ésa hubiese sido la oportunidad de recuperar ese liderazgo. El tomó esa decisión, yo la respeto y ahora hay que seguir trabajando. Si gano la gobernación, no me voy a conformar con ser un administrador de la provincia, ya lo hice una vez y creo no haberlo hecho tan mal, pero además de gobernar la provincia quiero llenar los despachos de Buenos Aires de funcionarios santafesinos. Estoy cansado de abrir despachos en Buenos Aires y encontrar funcionarios que me hablan con tonada riojana, mendocina y pocos santafesinos. Uno cuando tiene que ir a discutir el reparto de la cuota Hilton se encuentra con un cordobés y ya sabe cómo va a terminar esa discusión, lo mismo con las obras públicas. La solución a esto es recuperar el liderazgo perdido con la sociedad civil movilizada. Yo pongo como ejemplo lo que pasó cuando se cayó la primera licitación para la construcción del puente Rosario-Victoria. En esa oportunidad se movilizó la dirigencia política y la sociedad civil para presionar al gobierno y para que la obra se haga. Pretendo una movilización constante de ese tipo para todos los temas.
–¿Qué diferencias políticas encuentra entre el contexto actual y la realidad que le tocó vivir en 1995 cuando ganó aquella elección?
–Son condiciones totalmente distintas. Hoy me siento mucho más maduro, tengo 8 años más que vienen con más conocimiento, aplomo. He enriquecido mis equipos con gente joven y conozco más la provincia. Además, tengo una lista propia de legisladores (a nivel provincial) que no fue fruto de negociaciones sino que asumí yo la responsabilidad total de su composición, son hombres y mujeres que comparten el proyecto que yo quiero llevar adelante. Pero lo fundamental es que cambió la situación política del país. En aquel entonces el presidente era Menem, ahora es Kirchner. Ahora hay posibilidades, acompañando al Presidente de cambiar las cosas. En los últimos años nos habían acostumbrado a que los jueces de la Corte Suprema no se podían tocar y Kirchner ya se llevó dos y se va a llevar unos cuantos más. Nos habíamos acostumbrado a que la corrupción en el PAMI existía pero no se la podía combatir, y el Presidente la está combatiendo.Nos habíamos acostumbrado que había que resignarse que a partir de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final no podía haber justicia y Kirchner marcó un camino para declarar su nulidad. El camino que marca es el que quiero en Santa Fe para demostrar que cosas que se piensa que no se pueden cambiar es posible modificarlas.
–Si es gobernador, ¿deroga la Ley de Lemas?
–He dicho que sí, lo tienen grabado en todas las emisoras y canales de la provincia. Esto no va más.