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Los consultores no ven un masivo corrimiento de votos hacia Mauricio Macri luego del acuerdo con el radicalismo encabezado por Ernesto Sanz. Sin embargo, creen que la movida produjo un reacomodamiento de importancia.

“Hasta el momento no se observa un marcado fortalecimiento de Mauricio Macri tras la alianza con la UCR –evalúa Bacman–. Se mantiene una tendencia creciente del precandidato presidencial del PRO, aunque la brecha con la medición anterior al acuerdo no es tan significativa como algunos esperaban. Es importante tener en cuenta que una cosa son los acuerdos partidarios de dirigentes y otra, y muy distinta, es la actitud de los electores. Hasta el momento, los típicos votantes radicales no confían mucho en este acuerdo y las chances de Margarita Stolbizer han comenzado a crecer. En la última encuesta obtuvo, incluso sin lanzamiento rimbombante, cerca del seis por ciento de intención de voto.”

Para López, el impacto fue “más en términos mediáticos y sobre la visión de la dirigencia política que en su volumen electoral concreto. Reforzó su imagen de líder preeminente, que es clave para captar voto útil opositor antes de las PASO. Igual hay que sostener esta estrategia un semestre y tratándose de Mauricio Macri nunca se sabe. Por ahora va bien, habla poco y se beneficia del efecto Jardinero Gardiner, el famoso Mister Chance, aquel personaje cuya única fuente de conocimiento ha sido un viejo televisor, de donde obtiene la mayor parte de sus conocimientos sociales y de actualidad pero se hizo conocido en el país, por sus magníficas metáforas acerca de la realidad económica y el modo de enfrentar la crisis sostenidas en una gran cadena de malas interpretaciones que lo lleva incluso a dar sus puntos de vista al presidente de USA”.

“Yo creo que le agregó muy poco –afirma Zuleta–. En votos, hasta el momento, no le agregó nada, ya que desde el acuerdo ha existido incluso un descenso de votos. El PRO llegó a liderar las tendencias nacionales en función de la reacción inicial generada por el caso Nisman. El acuerdo pone a Macri frente a problemas que no tenía y que no sabe ni puede resolver. Lo obligan a gastar energías que no tiene. La mayor parte de las discusiones que se ve obligado a protagonizar son discusiones que sólo se entienden al interior del radicalismo y que, naturalmente, sólo interesan a algunos dirigentes radicales. Exasperan al electorado y pueden incluso ser vistos como síntomas de que la convergencia no es otra cosa que una nueva alianza, orientada únicamente a oponerse al Gobierno. No hay que olvidar que este año, la gente elige gobierno y no oposición.”

Fidanza es muy cauto: “No disponemos aún de datos concluyentes para evaluar si Macri se favoreció o no con su acuerdo con los radicales y Carrió” y en una línea parecida se manifesta Del Franco: “Podemos evaluarlo en cantidad de votos inmediatos y/o en fortalecimiento de su lugar de oposición. Respecto de lo primero, habrá que monitorear en este mes y a partir de que se cristalice esta posición en los dirigentes radicales, en cada distrito. El PRO ya contaba con una buena parte del electorado radical y filo radical y entre los que no estaban decididos parece haber aún dudas que solo se diluirán a partir del ensamble que logren ambas fuerzas. Considerando el lugar de Macri como opositor, esta captación de otras fuerzas y dirigentes políticos y aun la división que ocasionó en la propia UCR lo posicionan en un lugar de fuerza como opositor”.