EL PAíS
Rodríguez, al otro lado del mostrador
Por E. T. y F. Y.
El nombre de Oscar Rodríguez era el primero que se destacaba en el pequeño papel que el titular de la Cámara baja, Eduardo Camaño, exhibió la semana pasada en el Congreso para poner de manifiesto su voluntad de integrar la comisión legislativa bicameral encargada de realizar el seguimiento de los organismos de Inteligencia. Pero lejos de ser un rasgo de transparencia, la elección de Rodríguez es cuestionada por la oposición si se trata de echar luz sobre el papel siempre oscuro de las actividades de los espías.
Rodríguez fue segundo jefe del organismo de Inteligencia durante los turbulentos días de Eduardo Duhalde en la Rosada. Y nunca fue totalmente esclarecido su vínculo con el principal responsable de la matanza del Puente Pueyrredón, el comisario Alfredo Fanchiotti. Incluso se investiga una llamada que el día de la matanza, 26 de julio de 2002, Fanchiotti habría realizado a la Side.
Rodríguez asumió como diputado nacional el 10 de diciembre gracias a integrar la llamada lista de los fueros en la que figuraba la mayoría de los miembros del gabinete de Eduardo Duhalde. Entre sus antecedentes figura haber sido funcionario de la legislatura provincial con Victorio Calabró, haber trabajado con Herminio Iglesias y haber sido intendente del partido de Presidente Perón. La periodista Clara Britos, editora del mensuario local La Tapa, fue objeto de innumerables amenazas luego de denunciar algunas irregularidades del matrimonio Rodríguez-Mabel Müller en el pago chico. Entre ellas, tuvo que soportar el ingreso en su casa de una patota policial, en enero de 2000, que derribó la puerta a patadas y la arrancó de los pelos de su cama. Dos años después reconoció al jefe de ese operativo. Era el comisario Fanchiotti.