Apenas Mauricio Macri concluyó su mensaje en las Naciones Unidas, la oficina de prensa de la Casa Rosada difundió una llamativa imagen previa del Presidente dándose un beso en el mismo recinto de sesiones con su esposa Juliana Awada. El correo no daba ninguna explicación acerca del motivo de la foto. Hizo recordar a aquel otro beso apasionado que la pareja se dio apenas terminó el debate que Macri mantuvo con Daniel Scioli antes del ballotage. Respecto a aquel beso anterior, el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba le aseguró al periodista Franco Lindner –quien escribió un libro sobre Awada– que, lejos de ser espontáneo, había sido “planificado, meditado, fríamente calculado”. “Juliana lo hacía ver como un buen tipo, y no como el temible monstruo que describía la propaganda kirchnerista”, contó el periodista en base al diálogo que mantuvo con Durán Barba.