EL PAíS › LOS SOCIOS DEL CLUB QUE VIERON A SUAREZ MASON
Hinchas presos en El Vesubio
Por G. V.
Así como Carlos Suárez Mason cosecha repudiables adhesiones de los individuos más desprestigiados del club, una fuerte corriente de rechazo a la figura del ex militar se percibe en el ambiente de Argentinos Juniors. En Internet, una página no oficial muy concurrida ofrece pruebas de los denuestos que recibe el genocida. Pero acaso la historia más sensible sobre esos sentimientos de desprecio guarde relación con el pasado de un militante universitario que estuvo desaparecido durante la última dictadura y que mantiene aún un estrecho vínculo con la institución.
El hombre tiene alrededor de 50 años, convicciones que no alteró pese al transcurso del tiempo, una pasión futbolística también intacta y dialogó con Página/12, pero pidió que su nombre se mantuviera en reserva. Recuerda muy bien a Suárez Mason porque estuvo secuestrado en el centro clandestino de detención El Vesubio, dependiente del Primer Cuerpo de Ejército, y que el represor controlaba con mano de hierro.
“Ahí fui a parar el 22 de julio de 1978, tres días después que dos militantes desaparecidos de mi misma agrupación universitaria, Tupac, de orientación guevarista-maoísta. Ellos, Guillermo Moralli y Ernesto Sersevicks, nunca aparecieron, estudiaban en la Facultad de Ingeniería y fueron trasladados al Vesubio. Eran tan hinchas de Argentinos Juniors como yo. Un día, en las escasas ocasiones que podíamos hablar, Guillermo me preguntó: ‘¿Sabés a quién le ganamos ayer?’”
Tabicado, engrillado al piso y pese a sufrir todo tipo de torturas y vejámenes, sobrevivió para contar una anécdota ocurrida apenas terminó el Mundial ‘78, cuando ni siquiera tenía idea de que el genocida ya se perfilaba como el hombre fuerte del club. “Un día nos echan acaroína, nos barren encima y colocan eucaliptus en agua caliente para desinfectar el ambiente. Sentimos que los militares se cuadran, el ruido de sus tacos y un guardia que exclama: ‘¡Qué huevos que tiene el general que vino de uniforme!’. Se trataba de Suárez Mason.”