EL PAíS › LA MAYORIA NO CREE QUE LOS PIQUETEROS ASUSTEN AFUERA
La inquietud es de entrecasa
El 73 por ciento de los argentinos no cree que los piqueteros estén despertando inquietud en el resto del mundo. Así lo registró una encuesta de la consultora Opinión Pública Servicios y Mercados (OPSM), que midió el impacto de las declaraciones del subsecretario norteamericano Roger Noriega sobre una supuesta preocupación del gobierno de Estados Unidos por las protestas en la Argentina. La Nación y Clarín dieron gran cobertura a esos dichos (que habían sido pronunciados en off), presentándolos como la posición oficial de la administración Bush. El trabajo de la consultora muestra que la sociedad sacó sus propias conclusiones, a contramano del despliegue mediático.
El sondeo de Enrique Zuleta Puceiro hizo la siguiente pregunta: “Algunos sostienen que el tema de los piqueteros está despertando mucha inquietud en el resto del mundo, especialmente en los países desarrollados. ¿En qué medida está de acuerdo con esa idea?”. El 43,1 por ciento contestó “Nada de acuerdo” y otro 30,2 dijo “poco de acuerdo”. Sólo el 17,2 por ciento se mostró “de acuerdo” y un 8,2 “muy de acuerdo”.
La mayoría (32,1%) respaldó la respuesta del gobierno a Noriega, o dijo que debió haber sido aún más duro (21,9%). El 20,8 contestó que el Ejecutivo sobreactuó y no debió haber reaccionado como lo hizo.
La consultora registró, por otra parte, que la cantidad de personas que cree que las protestas piqueteras implican riesgos para el sistema democrático ha disminuido. La tendencia es interesante de seguir: en julio del 2001, seis meses antes de la caída de Fernando de la Rúa, el 67,2 por ciento veía a los piqueteros como un peligro para la democracia. En enero del 2003, cuando Carlos Menem y Néstor Kirchner competían por la presidencia y la protesta social era fuerte, sólo 42,8 por ciento de los consultados decía que los piquetes eran negativos para la democracia. Pero en septiembre del 2003, después de la sucesión de elecciones que recompusieron el orden institucional (la última, el 14 de septiembre), hubo un pico de rechazo: el 86,6 opinó que eran una amenaza para la democracia. A partir de allí, la tendencia volvió a bajar hasta los números actuales: el 50,2 cree que sí y el 41,2 por ciento piensa que no son un peligro.
El trabajo midió, finalmente, la repercusión del viaje a China del Presidente. El 43,5 por ciento de la gente dijo que tuvo “mucha importancia” para el futuro económico del país y otro 41,2 adjudicó “alguna” importancia a la gira. El 78,6 por ciento consideró que el momento del viaje fue el oportuno. La muestra se basó en 1100 entrevistas directas en todo el territorio nacional, realizadas entre el 29 de junio y el 2 de julio.