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“Es un golpe duro, pero no nos sorprendió. El Mingo ya se había hecho a la idea de que esto viene para largo”, dijo ayer a Página/12 un dirigente cavallista luego de visitar en la cárcel al ex ministro de Economía. Agregó que la apelación va a demorar y que, por lo tanto, todavía falta mucho para que Cavallo escuche una buena noticia.
El juez Julio Speroni consideró ayer al ex funcionario “un eslabón indispensable” de la operación para la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia y decidió dictarle el procesamiento por contrabando agravado. Además, transformó su detención actual en prisión preventiva y le trabó un embargo por 900 mil pesos (ver nota central).
Aunque la decisión inicial de detener a Cavallo tomó por sorpresa a todo el mundo, cerca del ex ministro aseguraban que las medidas adoptadas ayer por el juez no fueron inesperadas. “Creíamos que se produciría unos días más tarde, pero estábamos seguros de que llegarían”, explicaban.
La defensa de Cavallo apeló la decisión, pero todo indica que el trámite va a ser lento, ya que la Sala B de la Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico no tiene plazo para resolver el asunto. Hay antecedentes: en el caso de Erman González, la Cámara ratificó lo dispuesto por el juez, mientras que en el caso de Martín Balza mantuvo el procesamiento pero anuló la prisión preventiva.
“Cavallo estaba preparado para esto, así que no lo sorprendió. Está bien, a pesar de que cree que su detención es injusta y sabe que todavía tiene para un tiempo largo encerrado”, aseguraban ayer cerca del ex ministro.