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Por D. E.
Desde Paraná

El diputado Eduardo Félix Del Real se pasó el día formulando declaraciones en la jornada de ayer. Durmió en la casa de un amigo –por temor a represalias–, pero luego se instaló en su domicilio. Durante el día no tuvo drama. Pero a la noche 150 entrerrianos, peronistas por añadidura, lo escracharon.
Fueron militantes del PJ de Paraná, quienes rompieron la puerta y la ventana anoche a la casa que alquila Del Real, en repudio a su actitud. En la puerta del domicilio –ubicado en Catamarca 385– le colocaron numerosas bolsas de basura y luego las incendiaron. Al lugar llegaron más de 20 efectivos policiales, pero no movieron un dedo para contener el escrache. El diputado se encuentra en Colón y recién tiene previsto regresar la semana próxima.
“Yo voy a jugar fuerte, porque mi voto no fue en joda”, había dicho Del Real a la mañana. Volvió a rechazar cada uno de los cargos que le hicieron varios de sus pares –de haber cobrado un soborno para votar en contra del juicio político a Sergio Montiel– y no dudó en pedirle a cada uno de sus compañeros “que se saquen los fueros, se abran los sobres lacrados y se conozca qué patrimonio tenían en 1983 y qué tienen ahora. Que se investigue el patrimonio de cada uno de nosotros y veremos qué pasa”, añadió. El tiro por elevación tenía un objetivo: el presidente del bloque del PJ, Sergio Urribarri, un incondicional de Jorge Busti. Urribarri viene siendo cuestionado por su crecimiento patrimonial en Concordia e incluso tiene denuncias penales por su accionar irregular en el manejo de subsidios durante la anterior gestión. El Laucha Del Real logró su cometido: sacar de la escena al gobernador Montiel y afianzar la disputa entre bustistas y los enrolados detrás de Augusto Alasino, donde actualmente se encuentra. Del Real reiteró que los diputados del PJ no podían “desconocer” cómo iba a votar, porque de alguna manera lo anticipó públicamente y dejó dudas sobre el accionar de sus pares.
Si bien en todo momento Del Real desestimó que haya alguien incidido en su voto, en un reportaje que publica hoy el semanario Análisis, reconoció que “el único” dirigente que conocía su posición era Eduardo Jourdán, apoderado del PJ entrerriano e incondicional operador de Augusto Alasino. “Es mi amigo y lo fui poniendo al tanto de mi postura”, indicó. Jourdán siempre se manifestó complaciente con la política del gobierno de Montiel, a partir del acuerdo político formalizado entre el caudillo radical y el ex senador nacional. Jourdán, al ser consultado por una emisora del Departamento Colón, dijo hoy que “yo hubiera votado igual que Del Real; con o sin convicción”.
En el mismo semanario, Del Real también quedó al descubierto en su acercamiento con el gobierno provincial. “Por supuesto que ahora voy a hablar con el gobernador y le voy a pedir cosas para mi pueblo. Ahora, algo voy a negociar con Montiel”. A buen entendedor, pocas palabras.