EL PAíS
Dos visiones legales desde la Argentina
Alejandro Carrio *.
Debió ocurrir antes
La decisión de la Justicia chilena es positiva, aunque el juzgamiento del general Augusto Pinochet debió haberse realizado mucho tiempo atrás. El juicio realizado en la Argentina demostró claramente la participación de los servicios secretos de Chile (DINA) en el asesinato del general Carlos Prats y su esposa, Sofía Cuthbert. Un atentado que no se podría haber llevado a cabo en Buenos Aires sin el consentimiento ni la instrucción de la Junta Militar chilena y del propio Pinochet. Por lo cual es lógico que Pinochet deba dar explicaciones ante la Justicia. Así como en el marco del Plan Cóndor, las fuerzas de seguridad de la Argentina tampoco desconocerían los planes de la DINA en nuestro país.
Como representante legal del Estado chileno en la Argentina seguí el juicio a Enrique Arancibia Clavel, el único condenado por el atentado, pero también continué la investigación del caso y la participación de otros miembros de la DINA en el asesinato de Prats. Aunque entonces la Justicia trasandina denegó las extradiciones, solicitadas por la jueza María Romilda Servini de Cubría, con el argumento que los otros involucrados serían juzgados en sus país. Una decisión que ahora parece confirmarse y empezaría con el propio Pinochet.
* Abogado del Estado chileno en la Argentina.
Andres D’lessio *.
Tres septiembres
Recuerdo que las hijas de Prats me dijeron que “aunque no logremos la condena al menos que se conozca la verdad”. Por eso esto es un progreso notable en el funcionamiento de la protección judicial de los derechos humanos.
Hubo tres atentados sucesivos de la DINA fuera de Chile, todos en el mes de septiembre. En el ’74 contra Prats en Buenos Aires; en el ’75, al ex vicepresidente (Bernardo) Leighton en Roma que quedó gravemente herido; y en el ’76, contra el ex canciller (Orlando) Letelier en Washington. El juicio realizado en EE.UU., por el asesinato de Letelier, aportó elementos importantísimos para la causa que se juzgó en nuestro país, incluido el testigo clave Michael Townley, que la jueza Servini de Cubría interrogó en EE.UU. ante la negativa de la Justicia de ese país de extraditarlo.
Incluso los fiscales estadounidenses escribieron un libro, Laberinto, en el que relatan, con importante documentación probatoria, no sólo el atentado a Letelier, sino la actuación de la DINA fuera de Chile. Allí dicen que la DINA le pagó 50.000 dólares a la SIDE argentina para que realizara el atentado contra Prats, pero nunca lo llevaron a cabo y la plata nunca volvió a aparecer. Fue por eso que, según los autores, la DINA entró en acción contra Prats en Buenos Aires.
* Ex abogado de las hijas del general Prats.