EL PAíS › ACUERDO DE PRECIOS CON LA INDUSTRIA ACEITERA
Previendo que no se queme
La Secretaría de Agricultura firmó un acuerdo con la industria aceitera para mantener congelados los precios de salida de fábrica de sus productos por 90 días. De esta manera, el Gobierno continúa con su estrategia de acordar límites a los aumentos con los formadores de precios, en especial de los productos que integran la Canasta Básica Alimentaria. En el primer trimestre del año, el aceite mezcla subió 1,1 por ciento y el de maíz 2,1, bastante por debajo de la inflación, que fue del 4 por ciento. El acuerdo prevé también la creación de una Comisión de Seguimiento para velar por el cumplimiento de lo pactado.
Argentina es el principal exportador mundial de aceites. Sobre una producción de casi 5,8 millones de toneladas se exportaron alrededor de 5,3 millones, es decir más del 90 por ciento del total. Prácticamente la totalidad de las exportaciones son de aceite de soja y de girasol, representando el primero alrededor del 80 por ciento del volumen exportado. De aceite de maíz, uno de los que más aumentó en el mercado interno, se producen apenas 40.000 toneladas de las que se consumen localmente algo más del 55 por ciento. De estos datos surgen dos conclusiones. La primera es que los precios que reciben los exportadores son los internacionales menos las retenciones. La segunda es que el mercado interno es irrelevante en materia de fijación de precios. De hecho, los precios internos han acompañado casi siempre a los internacionales, aun en las bajas, como lo demuestran los números del Indec de febrero, cuando los precios minoristas acompañaron la baja de los internacionales.
La preocupación del Gobierno no es entonces por el comportamiento pasado de las aceiteras sino por el futuro, ya que a partir de marzo la sequía en Brasil, uno de los principales proveedores mundiales junto a la Argentina, disparó los precios. Así, el valor FOB de la tonelada de aceite de soja pasó de 423 dólares en febrero a 510 en marzo, mientras que el de girasol pasó de 575 a 615 dólares.
Fuentes de la cámara de la industria aceitera dijeron a este diario que el efecto precio por la sequía en Brasil, ya fue descontado y que en adelante el ritmo será marcado por los datos de siembra y producción de Estados Unidos. Y por supuesto, la presión o no que sobre la demanda que ejerza China, el principal comprador mundial. Precisamente por ello, los analistas creen que, salvo imprevistos, los próximos días serán de precios estables. Y si algún cataclismo sucede, se resolverá en el marco de la Comisión de Seguimiento creada ayer.
A primera vista la tendencia del mercado de aceites parece estable. No es el caso de los de carnes y lácteos, caracterizados por la disminución de la oferta internacional y el aumento de las demandas interna y externa, y donde seguramente los acuerdos alcanzados demandarán un mayor seguimiento y, probablemente, medidas adicionales de contención.