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–¿Le dicen Loco por sus peleas con los periodistas?
–No, me dicen desde la secundaria. Es de familia. Pero sí, me peleé con varios periodistas. No me banco que me falten el respeto. Pero no me fui a las manos. El que dice eso miente.
–¿Si a su hermano Marcelo lo contratara Boca como director técnico, usted se pondría contento?
–Sería fantástico: Boca es un club bárbaro y Marcelo es un técnico excepcional. Pero dudo de que un tipo del rigor intelectual de Marcelo aceptara trabajar con un presidente unineuronal.
–¿Marcelo no dirigiría Newell’s?
–En todo caso está llamado a refundar Newell’s cuando se vaya el actual presidente (Eduardo López), que está abrumado por las sentencias judiciales en su contra.
–¿Usted haría algo con Newell’s?
–No. A los dos días que asumió esa persona (López) dije en Rosario/12: “Newell’s entra en un cono de sombra”. Y durante seis años me dediqué a hacer una oposición orgánica. Pero yo vivo en Buenos Aires.
–¿Sabe por qué su hermana no aceptó ser candidata a diputada?
–El Presidente nunca se lo ofreció. Igual ella hubiera dicho que no, porque considera que hay un mandato que cumplir, que es el de vicegobernadora, y que la política está harta de deserciones, saltos, fracturas y gimnasia rítmica.