EL PAíS
“En el ojo del que la mira”
La forma en que un investigador financiado por una fuerza militar ve su propio trabajo suele ser muy distinta de cómo lo ve esa misma fuerza. Esto, que puede aparecer en los casos argentinos descriptos en estas páginas, ha sido bien estudiado en Estados Unidos. En un artículo publicado en la revista Science, Stanton Glantz y Norm Albers hicieron un concienzudo análisis de la forma en que las fuerzas armadas decidían en qué proyectos invertir el dinero disponible para investigación científica. Para eso, estudiaron todos los proyectos financiados a lo largo de un año. Sus hallazgos son muy interesantes.
Encontraron, por un lado, que tomados “individualmente los científicos financiados con dinero del Departamento de Defensa se veían a sí mismos involucrados en búsquedas objetivas en pro del avance de la ciencia y no consideraban que sus investigaciones estuvieran íntimamente conectadas con los problemas militares inmediatos”. Pero al mismo tiempo concluyeron que “el Departamento de Defensa apoya investigaciones para obtener resultados para los cuales los estrategas militares prevén una necesidad, y sostiene proyectos de desarrollo para implementar esos resultados en términos de sistemas militares específicos. Su estudio, sostuvieron, “demostró que los militares habían desarrollado un programa racional y bien administrado para definir prioridades de investigación en términos de necesidades presentes y futuras”.
Los autores citaban un caso particular en el que la Oficina de Investigación Naval describía un proyecto sobre “semiconductores amorfos” haciendo especial hincapié en que se trabajaba “una función crucial de los materiales utilizados en instrumentos de visión nocturna”. El investigador principal, sin embargo, objetó la descripción considerando que no había relación entre su trabajo y esa función. Glantz y Albers consultaron al jefe del área científica de la Armada, quien sostuvo que entendía que el investigador opinara que la descripción no representaba con exactitud su percepción del proyecto, pero que no era correcto que no hubiera relación. Resumió la diferencia diciendo: “La investigación básica, como la belleza, está en el ojo del que la mira”.