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Acostumbrado a estar en la mira de los duhaldistas, con la experiencia de que su proyecto de presupuesto no lograra pasar por la Legislatura bonaerense, algo que tampoco logró con su candidato a presidir el Banco Provincia, el gobernador Felipe Solá estuvo muy atento a lo que pasó en la elección de legisladores provinciales. Ayer se elegían senadores y diputados en las ocho secciones electorales en que está dividido el distrito. De esa elección dependía la gobernabilidad de Solá en sus próximos dos años de administración. Al cierre de esta edición, con el 25 por ciento de los votos escrutados, el gobernador no sólo podía respirar tranquilo. Podía sonreír. Para el Senado bonaerense, el kirchnerismo había logrado el 44 por ciento de los sufragios contra 18 del PJ. En Diputados, la brecha era igual de significativa: 41 a 14.
Con estos números, el panorama político para Solá parecía modificarse en forma sustancial. El Frente para la Victoria, que para la Legislatura bonaerense fue una virtual alianza entre dirigentes afines a Kirchner con hombres del gobernador, había ganado en los ocho secciones electorales. En casi todas por amplio margen. Por ejemplo, en la sección electoral capital (la octava), que corresponde a La Plata, donde se elegían diputados provinciales, el kirchnerismo superó los 40 puntos y el duhaldismo –acaso por la división del voto con la boleta de Paufe– no llegó al piso electoral para ubicar legisladores: 16,6 por ciento.
Con estos números, el kirchnerismo ingresará la totalidad de los diputados provinciales (6 sobre 6) que La Plata aporta a la Legislatura bonaerense. Postales similares se repetían en las otras siete secciones electorales de la provincia. En el norte y oeste del conurbano –la primera sección– se renovaban ocho senadores provinciales. El Frente para la Victoria ubicará allí entre cinco y seis legisladores, el resto se lo repartirán entre el duhaldismo (lo más probable) y el ARI, en menor medida. La victoria en toda la provincia permitirá que Solá inicie una campaña para modificar la línea de sucesión en la provincia. No es un dato menor que detrás de la vicegobernadora Graciela Giannettasio, duhaldista, en términos de sucesión del poder provincial, se encontrarían Antonio Arcuri, vicepresidente del Senado, y Osvaldo Mércuri, titular de Diputados. Arcuri y Mércuri también son duhaldistas.
Solá ha denunciado muchas veces que el bloque duhaldista en ambas cámaras le “puso piedras en el camino”. A partir del triunfo de ayer, podrá empezar a cambiar esa cuestión. El duhaldismo, sin embargo, no se quedará sin nada. Como en las elecciones se renuevan la mitad de las dos cámaras, conservará cierto poder de fuego y será un actor influyente.