Coincidiendo con las manifestaciones populares y los cortes de ruta en Entre Ríos, una nueva voz oficial salió ayer a cuestionar la instalación de las dos papeleras en la localidad uruguaya de Fray Bentos. Se trata del subsecretario de Política Latinoamericana de la Cancillería, Leonardo Franco, quien afirmó ayer que Uruguay “está un tanto impermeable al drama de los entrerrianos” y que las fábricas de celulosa crearían un “problema”.

“Estamos empezando a apreciar cada vez más la importancia del medio ambiente y aquí tenemos un problema que es muy serio. Es una pesadilla que están sufriendo porque todo hace pensar que las consecuencias de las papeleras van a ser malas por el daño al ambiente”, señaló Franco a Radio Mitre. El funcionario del Palacio San Martín consideró que el conflictivo tema no va a desembocar en una ruptura de las relaciones diplomáticas con Uruguay. No obstante, se mantuvo firme en sus críticas al país vecino por hacer oídos sordos a los reclamos de la gente y el gobierno argentino.

El canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, pidió “tranquilidad” a los entrerrianos y precisó que a fines de enero estará listo el informe de la comisión binacional encargada de analizar el impacto ambiental de las papeleras. De todos modos, Franco aclaró que “será un dictamen no vinculante” y que por lo tanto no anulará ni pondrá freno a las protestas. “Mientras tanto, hay intercambios de notas que tienen mucho rigor jurídico que van encarnando un camino que puede llevarnos hasta la Corte de La Haya”, advirtió el funcionario. Es que, en caso de que no haya un acuerdo en el ámbito de la comisión binacional, la Argentina quedará habilitada para llevar el reclamo a la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya.

Más allá de los matices, en los distintos estamentos de gobierno, sea municipal, provincial o nacional, hay una posición homogénea respecto de la instalación de las dos fábricas, una de capitales españoles y la otra de finlandeses.

En ese sentido, Franco reiteró ayer que una salida alternativa sería la relocalización de las papeleras y, como ya manifestó el presidente Néstor Kirchner, consideró que el gobierno uruguayo se está “equivocando” al permitir la instalación de fábricas que podrían causar daños al medio ambiente y a la población.