Los dos líderes de la oposición en la ciudad de Buenos Aires cumplieron ayer con el deseo de Aníbal Ibarra de que hablasen sobre su juicio, pero ambos evitaron pronunciarse a favor o en contra. “No me preocupa Ibarra y menos en verano”, lanzó ayer la líder del ARI, Elisa Carrió, en tono de sorna. Por su parte, el diputado de PRO, Mauricio Macri, sostuvo que el resultado del juicio político le “es indiferente” y pidió “no politizar el tema”. El empresario negó que hubiera “golpe institucional”, como sostiene el ibarrismo.

En diálogo con Página/12, Carrió se negó a definir su posición, para no “presionar” a los dos legisladores del ARI que integran la Sala Juzgadora. Aseguró que tendrá una reunión con ellos para pedirles “que resistan las presiones y actúen con libertad de conciencia”. Carrió destacó que, con la suspensión del jefe de Gobierno, no corre riesgo la gobernabilidad porteña, por lo que “el único problema es de Ibarra”.

El ibarrismo había acusado tanto a Macri como a Carrió de buscar una “destitución clandestina” y de no pronunciarse para evitar los costos políticos de la sentencia. Mientras el suspendido jefe de Gobierno comenzaba su defensa en la Legislatura (que tuvo a Macri como principal blanco), el empresario respondió ayer a una pregunta de radio La Red sobre si pensaba “brindar con champán” si Ibarra es finalmente destituido. “No, para nada, a mí me es indiferente”, sostuvo, con el tono entre distraído y molesto que lo caracteriza. “No se puede especular políticamente con una tragedia de esa magnitud, con la muerte de tantos chicos y el dolor de los padres. Hay que hacer las cosas bien”, aseguró el empresario.

Macri negó que estén “especulando” con el juicio. “Hasta hay muchos en nuestro espacio, según he escuchado, que dicen que nos conviene que Ibarra siga”, definió con cierta vaguedad. “Acá lo que no hay que hacer es politizar el tema.” “No hay ningún golpe institucional, porque la ciudad sigue siendo gobernada por el mismo gobierno que arrancó hace dos años”, resaltó para desmentir las críticas de Ibarra. El empresario consideró que a él no le hubiese ocurrido Cromañón. “No me puede pasar nunca algo así”, dijo y explicó sus motivos: “No hubiera convocado ni a mi cuñado ni a la maestra jardinera amiga de mi hermana para ocupar cargos públicos”, aseguró. El empresario destacó que “este juicio que se le sigue a Ibarra va a ser una experiencia muy grande para la política argentina”.

“Nosotros sostuvimos la comisión investigadora. El diputado que nos representaba acusó a Ibarra y ahora están actuando los diputados que son jueces”, remarcó Carrió. “Yo voy a tener una reunión con ellos. Tienen que resistir todas las presiones, tienen que actuar con absoluta libertad de conciencia y yo no me voy a expedir”, adelantó.

–¿Por qué no? –preguntó Página/12.

–Porque hay jueces actuando y son diputados nuestros. Porque mi voz significaría una inducción a los legisladores y eso no se hace.

–Ibarra dice que tanto Macri como usted no se pronuncian para evitar los costos políticos de una destitución.

–(Pone cara de incredulidad.) La verdad... que ni me preocupa Ibarra y menos en verano (se ríe). El único problema que tendría la ciudad de Buenos Aires es si hubiera una crisis institucional. Y como la continuidad institucional está asegurada... De hecho, Ibarra no gobierna y la ciudad de Buenos Aires sigue siendo gobernada. El único problema es de Ibarra.

La líder del ARI destacó que en la reunión con sus legisladores –que se iba a concretar ayer, pero se suspendió por la sesión maratónica– será para pedirles que “resistan cualquier tipo de presión de los medios, de la política, de los familiares, de donde sea, y que actúen con absoluta libertad de conciencia”. Al final del día, los principales dirigentes porteños terminaron hablando del juicio, pero ninguno se jugó como pretendía Ibarra.

Informe: Werner Pertot.