EL PAíS
Un padre de la dolarización
Además de consultor político, Jaime Durán fue ministro de la Presidencia de Ecuador y uno de los que aconsejó al Presidente Jamil Mahuad la dolarización que rige en Ecuador desde enero de 2000.
–¿Fue una medida positiva? –le preguntó este diario.
–Mi visión es sesgada porque participé de la decisión. Mi primer análisis es que los ciudadanos con dinero tienen cuentas afuera y saben manejar el dólar para defenderse. Los ecuatorianos pobres, los indígenas, nunca habían visto, físicamente, un dólar. Y a ellos se les esfumaba su moneda. En 1999, antes de la dolarización, Ecuador fue el último de Latinoamérica en todo: la mayor inflación, el PBI cayó 8 por ciento. En 2000, luego de la dolarización, se convirtió en el de mayor crecimiento.
–La dolarización implica quedarse sin política monetaria.
–Sí. El problema es que uno tiene al lado países con monedas débiles devaluando permanentemente para competir.
–E implica congelar la fotografía social del momento, además de dificultar el armado de un bloque regional.
–Si se adopta en toda Latinoamérica quedaríamos todos integrados. Vamos a ir, queramos o no, a una integración total de América. Y es mejor ir conscientes.
–Esto implica aceptar sí o sí el liderazgo de Estados Unidos.
–Es que no hay otro. Lo importante es integrarse con condiciones, negociar, pero aceptar que el mundo está liderado por Estados Unidos.
–Entonces usted recomendaría la dolarización como receta para Latinoamérica.
–Yo no creo en las recetas, pero sí creo que defiende el valor de la moneda.