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Santiago Gómez. Asamblea de Juan B. Justo y Corrientes.
“Con las protestas estamos tratando que la gente en que la mayoría confió –aunque yo no me incluyo– no nos dejen más mal como país. No creo que demos una mala imagen, porque peleamos por nuestros derechos. En cambio, ellos pelean sólo por los suyos o por los de otros que no son los nuestros. El escrache en Estados Unidos es una forma de hacerle conocer a los de afuera que los que van a representarnos no son lo que ellos creen. A los argentinos siempre nos catalogaban de no ser unidos afuera y ahora estamos haciendo una comunidad y un frente de lucha, ya que hay argentinos en todos lados, exiliados fruto de la política económica. No podemos dejar pasar al principal responsable de cómo está el país hoy. Todos tenemos derecho a opinar, incluso María Julia, y nosotros tenemos derecho a protestar. Ella es una más de las que estuvo alrededor de Menem como representante directo del FMI. Fueron empleados disfrazados de funcionarios.”
Marcelo Kisnerman. Asamblea Popular de Caballito, Parque Rivadavia.
“Si yo hubiese estado en EE. UU., hubiese ido con cacerolas y pancartas y no hubiese sido tan educado. María Julia habla porque hay una corporación mafiosa que la favoreció: está libre porque los delincuentes de guante blanco como Menem, ella y otros más fueron favorecidas por la justicia. Si estuvieran donde tendrían que estar, no habría escraches ni cacerolazos. Cualquier gerente de una empresa que hace lo que ella hizo está preso y debe devolver lo que robó. Los que hicieron la protesta no son ni más ni menos gente del pueblo argentino que por su desgobierno tuvieron que irse del país y buscar otros horizontes. Gracias al gobierno del que ella participó, los nietos de aquellos inmigrantes tienen que pensar en buscar horizontes en otros lugares. Nos expresamos de esta manera porque es la única en la que podemos hacer sentir nuestra indignación y bronca porque no hay justicia para los ladrones de guante blanco en Argentina. Por eso, los que no tenemos posibilidad de hacer lobby y comprar jueces protestamos de esa manera.”
Eduardo Lucita, Asamblea Chacarita-Colegiales-Villa Ortúzar.
“Me parece que los escraches y cacerolazos son lo único que se puede rescatar deArgentina y de los argentinos en el exterior en esta época sombría, que es de verdaderos canallas. Si hubo una muestra de incultura en el país, fue el gobierno que se instaló con el doctor Menem, que, empezando por él y por sus ministros y asesores, fue de una incultura que continúo con De la Rúa y ahora con Duhalde. Las asambleas son organismos de debate y deliberación donde se está discutiendo por fuera de las instituciones –que son cascarones vacíos– y convergiendo con otros sectores que están en lucha para tratar de modificar el país y revertir el verdadero genocidio social. Cuando gritan que se vayan todos, dicen que las instituciones están obsoletas. Muchos sectores y medios de comunicación también en la época de la dictadura decían que las denuncias en el exterior eran una campaña de mala imagen para el país. Mientras se seguía matando, la buena imagen era el campeonato mundial y ahora es tratar de arreglar con el Fondo.”