La cuarta testigo fue la docente Eva Orifici, quien estuvo detenida junto a Gastón Gonçalves en un camión celular estacionado en la comisaría de Escobar. Había sido secuestrada junto a su marido, robada y torturada. En medio del relato del horror, su emoción llegó al límite cuando recordó el dolor de la incertidumbre al haber sido separada de su hijo de dos años. “Nadie tiene derecho a este tipo de barbaridades”, sollozó. Y pidió protección porque recientemente, tras el reconocimiento de uno de los lugares en los que estuvo detenida, le robaron en su casa. Cuando terminó la reunión, la diputada kirchnerista Nora César increpó al publicista Gabriel Dreyfuss, asesor de Luis Patti, que había estado escuchando y conversando con los defensores del represor. La legisladora le advirtió que si no tenía respeto por los testigos iba a pedir que le impidieran presenciar las reuniones. El creativo había esbozado sonrisas durante la tarde, mientras se sucedían los testimonios.