Como la prueba médica para probar los reflejos de las rodillas, la presentación argentina en el tribunal internacional de La Haya provocó una rápida respuesta desde Uruguay. La réplica llegó a través del propio Tabaré Vázquez. El jueves, poco antes de reunirse con George Bush, el presidente uruguayo acusó a la Argentina de ser el país que más contamina en la región, por las fábricas de pasta de celulosa que “están instaladas hace muchos años del otro lado del río”. “Si se analiza lo que sucede en la región, la situación es paradojal porque el país que menos contamina es Uruguay. El que más contamina... y acá lo dejamos”, dijo. El periodista que lo entrevistaba completó la idea: “Es la Argentina”, afirmó. “Eso lo dice usted”, agregó Tabaré. Según los diarios de Montevideo, la reacción uruguaya incluirá un reclamo en la cumbre del Mercosur-Unión Europea que se hará la semana próxima en Viena.

Uruguay está estudiando con mucho cuidado cuál es la respuesta más efectiva para sus intereses. El gobierno de Montevideo designó a cuatro abogados uruguayos y a un estudio jurídico europeo para contestar la demanda argentina. Según el diario El Espectador, el bufete es un prestigioso y conocido estudio de renombre mundial. Ese matutino tituló ayer en su portada con una clara toma de posición: “Kirchner: Tenemos la razón, el derecho está de nuestro lado”.

La declaración de Tabaré fue dirigida al que podría ser uno de los flancos débiles de la posición argentina. El uruguayo recordó que de este lado del río Uruguay existen varias plantas de producción de pasta de celulosa. Muchas están ubicadas en el Litoral, como las papeleras de Alto Paraná, Piraí y Puerto Esperanza, ubicadas en Misiones y explotadas por empresas de capitales chilenos y argentinos. La planta de Piraí fue denunciada por el Ministerio de Medio Ambiente de Paraguay, que presentó una demanda ante la Fiscalía de Estado de ese país por sus efectos contaminantes. “Hay una gran contaminación en la región y parte de ella es producida por fábricas de pastas de celulosa que están instaladas hace muchos años del otro lado del río Uruguay”, cargó el mandatario uruguayo.

En la Cancillería saben que en el territorio argentino existen otras papeleras con efectos contaminantes. Conscientes de eso, en el texto de la demanda presentada ante La Haya se subrayó que la pastera de Fray Bentos está ubicada justo enfrente de una ciudad de 100 mil habitantes. También se destacó que la producción de papel será muy grande por lo que, una vez finalizadas las obras, se convertirá en la mayor planta de celulosa del mundo. En el Palacio San Martín consideran que eso la convertiría en un caso especial, diferente de las papeleras argentinas. Sin embargo, la existencia de papeleras en Misiones será utilizada por Uruguay como uno de los argumentos para responder a la demanda en La Haya.

Un día después de que la Argentina presentara la demanda en La Haya, el gobierno uruguayo comenzó a definir su estrategia. Una de las opciones elegidas será aprovechar la reunión de los países del Mercosur con la Unión Europea, a realizarse la semana entrante en Viena, para explicar las diferencias con Buenos Aires por las papeleras de la finlandesa Botnia y la española Ence. Esa estrategia provocará el malhumor del brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien en la reunión de San Pablo de hace quince días reconoció que no le gustaba nada que los problemas bilaterales entre Buenos Aires y Montevideo fueran trasladados a la Unión Europea.