“Mucha gente que lo votó se me acercó en estos días para decirme que no sabía todo esto. Cuando mi padre juró lo hizo ‘porque la sangre derramada no fuera negociada’, y ahora lo entiendo. Espero que no se esté negociando, y por eso les pido a los diputados que reflexionen sobre lo que van a hacer”, solicitó Juana Muñiz Barreto, hija del ex diputado justicialista Diego Muñiz Barreto, en cuyo secuestro estuvo implicado Luis Patti. Lo hizo durante la conferencia de prensa que dieron ayer los familiares y las víctimas de este represor, a pocas horas de la definición de su destino político. En tal sentido, el cuñado de Eduardo Pereyra Rossi, Juan Griffo, dijo que “como militante radical siento vergüenza” por cómo piensan votar los diputados de ese partido.

Al Salón de Conferencias del Palacio legislativo acudió como moderador de la charla el periodista Eduardo Aliverti, quien aseguró estar “repugnado moralmente frente a la posibilidad de que este torturador confeso pueda llegar a una banca”. Y respecto de la presunta vulneración del “derecho popular” de los votantes de Patti, enfatizó que “antes y a partir de ese derecho háganse cargo de lo que votan, porque ésta es la manera eficiente que tiene la democracia de responder”. Aliverti consultó sobre esta cuestión a Ethel Cambiasso, una de las hermanas de Osvaldo Cambiasso, secuestrado por Patti junto a Eduardo Pereyra Rossi en 1983. “Creo que los 400 mil votantes no fueron conscientes de a quién votaron, y ahora, conociendo sus antecedentes, quieren que asuma alguien de su partido”, expresó.

Estuvieron presentes los diputados impugnantes de Patti: Miguel Bonasso, Remo Carlotto, Araceli Méndez de Ferreyra, Diana Conti y Carlos Tinnirello, junto a la diputada Norma Morandini y al ex legislador José Roselli. Entre el público había Madres de Plaza de Mayo y estuvo la presidenta de Abuelas, Estela Carlotto.

“Nunca soñé estar aquí, a 23 años del secuestro y muerte de mi hermano, para hacer llegar mi pedido a todos los diputados para que le digan ‘no’ a ese genocida. Patti es quien mejor sabe que ese enfrentamiento no existió. Por eso, ante tamaña mentira, estoy segura de que no va a poder asumir con sus pretensiones de político”, expresó Ethel Cambiasso. El mismo pedido estuvo en boca del dirigente gremial Orlando Ubiedo, Gladys Cambiasso, Analía Pereyra de Griffo, y del albañil Luis Gerez, quien aseguró: “Patti fue quien dirigió mi tortura. Puedo recordar cuando dijo ‘tírenlo a la parrilla’ y luego las risas. Tenía 16 años pero aún hoy se me seca la boca cuando recuerdo la sensación de la corriente eléctrica”. E instó a los diputados a que “revisen su conciencia al decidir si aceptan a Patti”.