El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, dijo que su abrazo con Néstor Kirchner en Venezuela “fue una señal de diálogo” y no descartó un posible encuentro entre ambos para “buscar caminos de entendimiento” que permitan sortear el conflicto por las papeleras. La actitud del mandatario uruguayo, quien en Caracas le informó personalmente a su colega argentino sobre la fuga del represor involucrado en el asesinato de la nuera del poeta Juan Gelman, se suma a la sucesión de gestos de distensión que vienen realizando desde Montevideo a la espera de una resolución de la Corte Internacional de La Haya sobre la disputa entre ambos países por la instalación de las plantas de celulosa en Fray Bentos.

El trato que Vázquez le dispensó a Kirchner en Caracas contrasta con la frialdad con que ambos se habían tratado en mayo pasado en la Cumbre Unión Europea-América latina en Viena, donde sólo se dieron un apretón de manos en ocasión de la foto protocolar de los jefes de Estado. Esta vez los dos coincidieron en Caracas para participar del ingreso de Venezuela al Mercosur.

“Era clamor popular que buscáramos caminos para distender las relaciones”, destacó Vázquez sobre el abrazo que se dieron con Kirchner en medio del aplauso de todos los demás presidentes presentes en Venezuela. Los gestos de acercamiento no terminaron ahí: en su discurso se refirió al “hermano y querido pueblo argentino” y remarcó su “grandeza” por haber concedido asilo a los uruguayos perseguidos por la dictadura en ese país.

Vázquez tuvo también la delicadeza de informarle a Kirchner sobre la fuga de Gilberto Vázquez, uno de los represores reclamados por la Justicia argentina por el secuestro y homicidio de María Claudia García Irureta Goyena. El caso de la nuera de Gelman siempre ocupó para la administración kirchnerista un lugar central de la agenda en la relación con Uruguay.

A partir de su encuentro con Kirchner en Venezuela y de la forma en que se trataron, Vázquez no descartó la posibilidad de reunirse una vez más –su último mano a mano fue en marzo en Chile en oportunidad de la asunción de Michelle Bachelet– para “buscar caminos de entendimiento” más allá de lo que pueda llegar a resolver la Corte Internacional de La Haya. Ese tribunal tomó intervención en el caso a partir de una demanda que la Argentina presentó contra Uruguay por la violación del Tratado del Río Uruguay y se presume que podría expedirse en el transcurso de este mes.

Vázquez y varios de sus funcionarios empezaron justamente a dar señales en busca de un acercamiento con la Argentina desde que la disputa por las papeleras llegó a La Haya. Los responsables de la diplomacia argentina desconfían de esos gestos y no descartan que se trate de una estrategia para condicionar la resolución de ese tribunal. Dicen también que el presidente uruguayo busca descomprimir la situación en vísperas de su llegada al país para la Cumbre del Mercosur, que se desarrollará en Córdoba entre el 20 y el 22 de este mes, y recuerdan que fueron los uruguayos los que interrumpieron las negociaciones diplomáticas.