Los habitantes de Gualeguaychú se preparan para hacer sentir su protesta en Córdoba, cuando el jueves y viernes próximos se reúnan allí los jefes de Estado del Mercosur, incluido el mandatario uruguayo Tabaré Vázquez.

Tres ómnibus con capacidad para 150 personas, más una cantidad indeterminada de vehículos particulares, conformarán la caravana que se trasladará desde Entre Ríos hasta la ciudad mediterránea para expresar su “repudio” a la instalación de las pasteras en la vecina Fray Bentos. Aunque los asambleístas entrerrianos aclararon que será un acto “de presencia y no un escrache”, al tiempo que negaron que se hubiera acordado una reunión con representantes del gobierno nacional, como se planteó desde Buenos Aires tras conocerse el fallo de La Haya. “No vamos a Córdoba a hacer un escrache, vamos a hacer una presencia. Vamos a decir una vez más no a las papeleras y lo haremos como siempre, con folletería, con carteles, exponiendo las razones por las que nos oponemos”, afirmó la asambleísta Marta Gorrostarazu, una de las encargadas de coordinar “los últimos detalles del viaje –previsto para el jueves–, que quedarán definidos hoy en una asamblea” de los ambientalistas. El viaje será subvencionado con los 19.500 pesos recaudados en la subasta que se realizó el domingo en los galpones del puerto, a cargo del Colegio de Martilleros de Gualeguaychú, que remató 416 lotes, desde muebles hasta curiosidades, entre ellos un cuadro con el retrato de Tabaré Vázquez por el que se pagaron diez centavos. Sobre la posibilidad de que expresen algo puntualmente dirigido al presidente del Uruguay, Gorrostarazu señaló que procurarán transmitirle un mensaje tendiente a “que piense lo que está haciendo y a la preocupación que invade a Gualeguaychú. Ya estamos sintiendo el impacto ambiental... Que se traduce en el estado de ánimo, en las inversiones que comienzan a redireccionarse”, pero remarcó que en Córdoba prestarán “suma atención” para evitar que “no se infiltre nadie” que pueda modificar el contenido del reclamo. Hasta ayer a la noche, los asambleístas tampoco tenían noticias de un posible contacto con funcionarios nacionales.