EL PAíS › BRASIL, DISCONFORME CON LAS EXPLICACIONES DE O’NEILL
Un visitante poco esperado
En una actitud diametralmente opuesta a la Argentina, el canciller brasileño, Celso Lafer, se reunió con la embajadora de Estados Unidos para señalarle que Brasil “no puede aceptar” los comentarios recientes del secretario del Tesoro estadounidense, Paul O’Neill. Mientras una misión brasileña negocia en Washington con el FMI, Brasil exigió una disculpa “por escrito” y amenazó con que O’Neill podría no ser recibido por el presidente Fernando Henrique Cardoso cuando visite el país la próxima semana. En tanto, ayer continuó la turbulencia en los mercados financieros. El real alcanzó una nueva baja histórica al cerrar su cotización a 3,3 por dólar.
O’Neill, quien tiene previsto visitar Brasil, Argentina y Uruguay la semana próxima, había sugerido el pasado domingo que la ayuda extranjera para las economías de la región podría terminar en alguna cuenta de un banco suizo. Un comentario que tocaba sobre todo a la Argentina, cuyo gobierno optó por una actitud más “respetuosa” frente al futuro visitante.
Los comentarios de O’Neill enfurecieron a Brasil e hicieron que el presidente Cardoso pidiera el lunes una retractación. Lafer señaló a la embajadora estadounidense en Brasil, Donna Hrinak, que las palabras del secretario causaron “un sentimiento extremadamente adverso y han tenido repercusiones negativas en los ámbitos político y gubernamental, en el público y en los mercados brasileños”. “Ni el gobierno ni la sociedad pueden aceptar las declaraciones hechas por el secretario del Tesoro”, insistió Lafer.
Los comentarios de O’Neill contribuyeron a la caída de los mercados financieros brasileños el lunes y el martes debido a que los inversores, ansiosos por encontrar señales de nueva ayuda internacional para el país, se mostraron preocupados de que la ayuda pudiera no llegar. El Departamento del Tesoro trató de enmendar el daño causado por los comentarios de O’Neill. “Brasil ha demostrado su capacidad para utilizar la asistencia multilateral en forma eficaz”, destacó Michele Davis, portavoz del Departamento del Tesoro. “Seguiremos apoyando la asistencia a Brasil siempre que sus políticas económicas sólidas se mantengan vigentes”, agregó.
Sin embargo, a Brasil no le conformaron las declaraciones y espera que las disculpas sean por escrito. “Como hubo contacto diplomático formal, la respuesta debe ser formal”, declaró el portavoz de la cancillería, Pedro Luiz Rodrigues. Aunque las declaraciones dan un “paso en el buen sentido”, las autoridades brasileñas esperan “una manifestación de la embajada estadounidense” en la que expliquen si hubo “exageración o error” en las declaraciones de O’Neill. Por si fuera poco, el presidente Cardoso amenazó con no recibirlo durante su visita a Brasil, si antes no hay una retratación pública de sus declaraciones.
El enfrentamiento diplomático coincidió con la partida de un equipo negociador brasileño hacia la sede del Fondo Monetario Internacional en Washington, el que ayer comenzó a negociar un nuevo paquete de ayuda. El portavoz del Fondo, Francisco Baker, indicó que las reuniones durarán probablemente “hasta el final de la semana” e incluirán encuentros con el director gerente, Horst Koehler, y su número dos, Anne Krueger.
En tanto, la divisa brasileña volvió a batir por séptimo día consecutivo un récord histórico de depreciación, al cotizarse a 3,3 por dólar, sumando una baja cercana al 30 por ciento en lo que va del año. Un nuevo paso en la convergencia macroeconómica del Mercosur.