EL PAíS
Con la venda en los ojos
La jueza Christine Junod tiene la responsabilidad del procedimiento de cooperación judicial entre Suiza y la Argentina que se inició luego de que el juez Jorge Urso notificara las cuentas ligadas a Carlos Menem. La jueza, a la que la prensa local describe como una magistrada “de acceso difícil”, reemplaza a quien tenía a cargo hasta ahora el legajo de las cuentas, Paul Perraudin, promovido a funciones más altas. Este juez es uno de los más célebres y eficaces que existen en el país. Fue él quien confiscó y devolvió a España los 10 millones de dólares de soborno cobrados por colaboradores de Felipe González. Fue también quien indagó los entretelones de la fortuna del ex presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari y terminó confiscando los haberes que tenía en varios bancos suizos por 140 millones de dólares. Perraudin había reemplazado anteriormente al magistrado Claude Wenger, que decidió alejarse del sumario para evitar acusaciones y no “ofrecer un blanco fácil” debido a que está casado con una argentina, conocida militante de los derechos humanos. No es un secreto para nadie que, justificados o no, todos estos reemplazos han demorado mucho el avance de las investigaciones.