El futuro ministro de Hacienda de Mauricio Macri, Néstor Grindetti, aseguró que “sería razonable aumentar” el impuesto inmobiliario, de alumbrado, barrido y limpieza (ABL). Pocas horas después, ante la polémica que se venía, advirtió a Página/12 que no dijo lo que se dijo que dijo. “Hay una decisión política fuerte del macrismo de no aumentar los impuestos”, indicó a este diario. El resbalón lo emparentó con la salida de pista de Ricardo López Murphy cuando aseguró, meses antes de que ganara la Alianza, que había que recortar los salarios públicos.

Grindetti anticipó que “todo lo que sean grandes obras públicas, como las hídricas y subterráneos, se hará a través de endeudamiento de largo plazo”. “Producto de la no actualización de los valores inmobiliarios, desde 2001, el impuesto inmobiliario perdió importancia relativa dentro los ingresos de la ciudad. Una actualización sería razonable”, sostuvo Grindetti, en declaraciones radiales. Pero enseguida se atajó: “No queremos llegar y arreglar los desaguisados financieros del gobierno anterior aumentando los impuestos inmediatamente”.

El presidente de la Fundación Creer y Crecer criticó al jefe de Gobierno Jorge Telerman porque heredó de Aníbal Ibarra “1500 millones de pesos y hoy las cuentas están en cero”. En diálogo con este diario, se despegó de cualquier fantasma que recordara a López Murphy: “Los sueldos no se pueden bajar”. “No va a haber aumento de impuestos, sí va a haber reducción de gastos”, definió. Con esos ingresos, piensa “darle más peso al tema seguridad”.

–¿En qué áreas van a reducir el gasto? –quiso saber Página/12.

–No es un problema de áreas. Vamos a mejorar las compras: por ejemplo, cada hospital compra sus insumos. Si lo comprás centralizado, va a bajar el precio. También con bajar el gasto por el lado de los contratos políticos, que se usan para acomodar a los amigos.

–¿No va a haber ajuste, a pesar del rojo?

–¿A qué le llamás ajuste? No. Vamos a trabajar en la reducción del gasto y a mejorar la eficiencia recaudatoria.