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Pocos temas sacudieron tanto a los legisladores como los decretos que convocan a elecciones internas abiertas. La Cámara baja no fue ajena al sacudón que la iniciativa produjo en el Senado. Durante toda la sesión de ayer en Diputados, el menemismo estuvo evaluando la posibilidad de pedir la preferencia para dos proyectos en los que pretendían “dejar sin efecto” el veto presidencial e insistir con lo aprobado por el Congreso. La sesión concluyó sin que los seguidores de Carlos Menem hablarán de la iniciativa, ni tampoco pidieran la preferencia para poder tratarlo en la próxima semana. El menemismo no se privó de insistir en su crítica a Eduardo Duhalde y su mujer Hilda “Chiche” González de Duhalde por sus dichos sobre Menem. Lo hicieron mediante un proyecto de declaración en el que manifestaron “su preocupación, rechazo y repudio a las declaraciones realizadas por el Presidente Transitorio de la Nación”.
Los radicales Horacio Pernasetti y Mario Capello también expresaron su oposición a los decretos mediante un proyecto de ley en el que afirman que “Los ciudadanos podrán votar en la elección interna de sólo un partido o una alianza, siempre y cuando sean afiliados al mismo o no estuvieran afiliados a otra fuerza política”.
El proyecto de la UCR ingresó en la mesa de entradas una vez que finalizó la sesión parlamentaria. De esta manera, tanto los radicales como los menemistas y los restantes grupos internos del PJ decidieron darle tiempo al Gobierno para revisar los decretos presidenciales. También ellos depositaron la expectativa en el encuentro de Duhalde con los gobernadores. Claro que la semana que viene promete lo suyo.