- Cuando vino en abril no le alcanzó el tiempo para visitar Casa Azul, la casa museo donde vivió Frida Kahlo, ubicada en Coyoacán, al sur del DF. Pero esta vez tendrá su revancha. Según la agenda que manejaba el gobierno mexicano, Cristina Fernández de Kirchner y el Presidente visitarán junto a Felipe Calderón y su mujer la importante muestra sobre la pintora mexicana que se expone en el Museo del Palacio de Bellas Artes con motivo del centenario de su nacimiento. El museo debió ser desalojado el sábado por una amenaza de bomba, pero ayer ya lucía de nuevo la habitual larga cola de visitantes que esperan pacientemente en la vereda para poder entrar no importa el calor que haga.

- A dos cuadras de allí, en el monumento a Juárez ubicado en la Alameda Central, comenzó otra muestra, pero de carácter más militante. Entidades sociales y artistas organizaron “En Oaxaca, las paredes hablan”, con una larga manta de esténciles retratando la lucha de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca. La exposición muestra cómo la técnica del esténcil, más allá de las ironías en las paredes de Palermo y alrededores a las que están acostumbrados los porteños, puede convertirse en un importante vehículo de expresión –y con calidad artística– de las vivencias de un pueblo.

- La única actividad propia que realizará Cristina Fernández será mañana, cuando se encuentre con académicos e intelectuales mexicanos. Se menciona a la escritora Elena Poniatowska, al pintor José Luis Cuevas y al rector de la Universidad Autónoma, Juan Ramón de la Fuente, como asistentes.

- La llegada de los Kirchner coincidió ayer con una “consulta verde” organizada por el jefe de gobierno de México, Marcelo Ebrard, a quien el Presidente verá mañana. Las preguntas, al estilo de la consulta que impulsó Jorge Telerman para Buenos Aires sobre la policía, inclinaban claramente a responder “sí”, máxime teniendo en cuenta que la participación no era obligatoria. “¿Quieres que se construyan otras diez líneas de Metrobús? ¿Quieres que haya 400 kilómetros de pistas para bicicletas?”, eran algunas de las preguntas.

- La preocupación medioambiental en el DF no es nueva, ya que es bien sabido que es una de las ciudades con mayor contaminación del mundo. El sábado, en una decisión que no se había tomado en cinco años, se registró un alerta ambiental y debieron prohibir el ingreso a la ciudad de autos con patentes de otros estados y extranjeras. Según el organismo a cargo, la contaminación había tocado un punto límite. El negocio lo terminaron haciendo las grúas que trasladaban de una punta a otra de la ciudad los autos que no podían circular.