“Se votó gestión. Se plebiscitó gestión. Es hora de que el país mire a San Luis.” Frente a un puñado de periodistas de medios nacionales y aun antes de confirmar su triunfo, la frase del reelecto gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá fue una clara señal hacia todo el PJ anti K, que el martes anunciará en Buenos Aires quién será su candidato a la presidencia. Un traje que él desea calzarse.

Su hermano, el Adolfo, dirigió un discurso en el mismo sentido: “San Luis es una escuela de buena gestión”, dijo al salir de votar. Los Rodríguez Saá volvieron a dar muestras de que están dispuestos a pelear para convertirse en los principales protagonistas del peronismo disidente en las próximas elecciones de octubre.

Por la noche, el senador Adolfo Rodríguez Saá se encargó de anunciar en conferencia de prensa la victoria de su hermano y volvió a poner a su provincia como ejemplo frente a “la crisis que vive el país desde Santa Cruz hasta Jujuy”. También dijo que el PJ es el único partido que “puede garantizar la gobernabilidad que empieza a peligrar”.

Envalentonados con la victoria en su provincia, los Rodríguez Saá traslucieron triunfalismo y abandonaron la moderación que hasta ayer habían tratado de cuidar para no herir susceptibilidades en el amplio abanico del peronismo antikirchnerista. Con un oído puesto en lo que pasaba en la vecina La Rioja –donde Carlos Menem caía derrotado–, los puntanos consideraban que ya está despejado el camino para que Alberto se unja como el candidato presidencial del peronismo disidente.

Entre elogios mutuos, Adolfo ya imagina “al Alberto” como candidato y a él mismo como el armador del espacio opositor, las alianzas políticas y la jefatura de la campaña electoral. Alberto ensaya y reproduce el tradicional discurso peronista que “atraerá” los votos “cautivos” del caudal histórico que tiene la “orgánica del movimiento”.

Aunque todavía está pendiente el debate interno que se saldará ya en Buenos Aires, los puntanos consideran que ninguno de sus compañeros puede “exhibir un triunfo tan contundente como el de San Luis”. Un argumento que llevarán como estandarte, convencidos de que les allanará todos los caminos hacia la candidatura.