La primera jornada del encuentro de la Comisión Permanente del Episcopado se vio marcada ayer por el pronunciamiento sobre el protagonismo del obispo de Río Gallegos, Juan Carlos Romanín, quien marchó a la cabeza de una movilización multisectorial en repudio a la violencia en la ciudad de Río Gallegos. Los voceros eclesiásticos dejaron trascender que acompañaban “el papel pacificador” del obispo santacruceño, mientras se dedican a debatir sobre otros temas como la drogadependencia, la despenalización del aborto y la puesta en práctica de las conclusiones de la V Conferencia de obispos latinoamericanos realizada en mayo pasado, en Brasil.

Presididos por el cardenal Jorge Bergoglio, cerca de veinte obispos de todo el país que representan el mayor nivel de la jerarquía eclesiástica se encuentran sesionando en la sede que tiene la Iglesia en Retiro. El vocero episcopal, presbítero Jorge Oesterheld, aseguró ayer que “el obispo (Romanín) no tiene que pedir autorización al Episcopado para actuar. Tiene libertad de acción. Sin embargo, seguimos su trabajo a favor de la paz social, el diálogo, la reconciliación y la democracia en Santa Cruz”. A su vez, fuentes religiosas destacaron que, después de mantener una comunicación telefónica con Romanín y que éste les expusiera sus explicaciones, el Episcopado “acompaña” al prelado santacruceño, ya que tuvo que actuar “ante la amenaza de la paz social y la institucionalidad” que se estaba viviendo en Santa Cruz.

En lo que será el último encuentro de estas características antes de las elecciones presidenciales de octubre, los jerarcas católicos dejaron entrever la inclinación que podría tener el documento que darán a conocer mañana al término de la jornada. Pero, aunque ya trataron la desnutrición, el contexto del año electoral y la importancia del voto para la democracia, para mañana tienen programado en el orden del día comparar los indicadores económicos que genera el Indec con las estadísticas que produce la Universidad Católica Argentina (UCA), que califican de “escandalosa” la brecha social que aún existe.

Por otra parte, para hoy tiene preparado evaluar un informe de la Comisión Pastoral Social, en la que proponen un plan sobre drogadependencia, un problema que la Iglesia considera como resultado directo de la pobreza y la marginación en que vive gran parte de la población. A su vez, analizarán algunos estudios de otras comisiones episcopales, uno de los cuales se basa en el proyecto de ley para despenalizar el aborto que está en debate en el Congreso, y Bergoglio virtió algunas explicaciones sobre el polémico documento del encuentro de obispos latinoamericanos, sobre el que pesa la acusación de haber sido “tocado” por el Vaticano después de su votación. Las conclusiones que surjan servirán para esbozar el temario de la próxima asamblea plenaria, prevista para la semana del 5 al 10 de noviembre.