EL PAíS
Para Cafiero y Solá hay “grupos mafiosos” tras la ola de crímenes
El ministro sostuvo que hay “un complot de inseguridad en la provincia” y que hay casos que contienen “señales mafiosas”. En off, otros voceros bonaerenses aluden a la interna política como trasfondo de la crisis en la seguridad.
Por Carlos Rodríguez
El ministro de Seguridad bonaerense, Juan Pablo Cafiero, volvió ayer a sacudir el polvo que suele juntarse en los despachos oficiales al asegurar que hay “grupos mafiosos” responsables de lo que denominó “un complot de inseguridad en la provincia” que se traduce en los actuales hechos de violencia que provocan conmoción en la comunidad. Cafiero dijo que hay casos que contienen “señales mafiosas” provenientes de “bandas que quieren decirnos a las autoridades y al pueblo de la provincia que ellos actúan impunemente”. El ministro se abstuvo de dar más detalles sobre quiénes están detrás de esos “grupos mafiosos”, pero se comprometió a “terminar con ellos”. Las palabras de Cafiero fueron abonadas por el gobernador Felipe Solá, quien consideró que esos grupos “aprovechan el ataque de cierto periodismo al accionar de la policía y el Ministerio de Seguridad” para “enviar señales a otros grupos con los que compiten”. Aunque nadie quiere terminar de decir la mala palabra, distintos voceros bonaerenses consultados por Página/12 aludieron directamente a la interna política: la existencia de una “mano negra” dispuesta a pelear a sangre y fuego el dominio sobre un territorio caro a cualquiera que tenga ambición de poder.
Para darle un tono bien dramático, el gobernador Solá modificó un viejo refrán popular para definir la situación planteada: “A río revuelto, ganancia de asesinos”. Tanto Solá como Cafiero, al margen de alguna diferencia de matices, coincidieron en decir que el problema no está en el interior de las filas policiales. “Es falso decir que la policía está paralizada, disconforme o que hay internas. Eso es mentira y lo demostramos trabajando y sometiendo a la Justicia a los delincuentes.” A pesar de tan rotundas afirmaciones, en algunos hechos gravísimos ocurridos en los últimos tiempos apareció marcada la presencia de bandas integradas por policías en asesinatos o secuestros extorsivos.
Cafiero declinó señalar con el dedo a los “grupos mafiosos”, pero aseguró que “todo se está investigando” y confió en poder llegar “a la raíz del crimen mafioso en la provincia de Buenos Aires”, una aspiración que han tenido muchos en la última década y que hasta ahora sigue cayendo en saco roto. El gobernador Solá sostuvo que es “una estupidez” hablar sobre la supuesta existencia de una cúpula policial que actúa en la clandestinidad. “No hay policía o cúpula paralela”, dijo aludiendo a una serie de rumores en ese sentido. Lo curioso es que él mismo parecía alentar esa hipótesis, hace apenas un tiempo atrás.
Ayer fue imposible obtener precisiones, de parte del gobernador y del ministro, sobre el porqué de tanta insistencia en denunciar un complot montado sobre la “inseguridad”. Solá y Cafiero hablaron con la prensa en el acto de lanzamiento de la conexión satelital de LS 11 Radio Provincia, la emisora oficial del estado bonaerense. Después ambos volvieron al silencio de radio, pero este diario pudo saber que la tensión, según el análisis que hacen las autoridades bonaerenses, tiene su origen en la disputa política por hacer pie, en el futuro inmediato, en el bastión que siempre ha sido y es la provincia de Buenos Aires. “La política es el eje del problema que estamos viviendo y ése es el mensaje que tiene que llegar”, comentaron en forma coincidente dirigentes oficialistas y de la oposición bonaerense consultados por Página/12. “No hay que olvidar que hay interesados en acostarlo a Solá y que ellos cuentan con sectores de la prensa y con dinero para hacerlo”, apuntó uno de los consultados.
En sus declaraciones, Cafiero dijo que la “señal mafiosa” aparece en aquellos hechos criminales “donde existe una desproporción en la violencia utilizada para generar un mayor dolor en la víctima y conmocionar a la sociedad”. Insistió en que “eso tiene una señal mafiosa”. En ese contexto dijo que las bandas actúan con mayor impunidad cuando advierten que algunos sectores de la prensa hablan de una supuesta “parálisis” en el accionar de la Policía Bonaerense. El ministro consideró que con la purga interna han logrado “superar” la desestabilización dentro de la fuerza y que la opinión pública “tiene claros cómo fueron los términos de esapulseada y está clara la postura del Ministerio y en particular de la conducción política que se ejerce sobre la fuerza policial”.
Solá, aunque estaba cerca del lugar donde dialogó Cafiero con la prensa, dijo que no lo había oído hablar de “complot”, pero él también abonó la idea de una “actitud mafiosa” y puso como ejemplo el crimen del abogado Marcelo Horacio Penna, cuyo cadáver apareció, amarrado a un árbol, en el parque Pereyra Iraola, en el camino obligado hacia la ciudad de La Plata. “Tuvieron la intención de que todo el mundo lo viera”, recalcó Solá, aludiendo a una banda que estaba integrada por policías. Algunos miembros de esa misma policía a la que las máximas autoridades bonaerenses en materia de seguridad señalan hoy como dispuestas a acompañarlos.