Cristina Fernández de Kirchner no llegó demasiado temprano ayer a la Casa Rosada. Arribó pasadas las diez y media de la mañana, pero después se quedó hasta casi las nueve de la noche, y en ese lapso mantuvo una seguidilla de encuentros con diferentes personalidades presentes en el país para su asunción. En total, la flamante presidenta mantuvo diez audiencias. Además de entrevistarse con su par de Colombia, Alvaro Uribe, y con el titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, Cristina estuvo a primera hora de la tarde con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. A esa altura ya había recibido también al príncipe de Asturias y sucesor al trono español, Felipe de Borbón, y a la gobernadora general de Canadá, Michael Jean. Chávez abrió la ronda de audiencias vespertinas, que incluyó también a Yolanda Pulecio, la madre de la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada por la guerrilla de ese país. Además, pasaron por el despacho presidencial la vicepresidenta de El Salvador, Ana Vilma Escobar; el titular de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Juan Somavía, y el presidente del Consejo de Ministros de Argelia, Abdelkader Bensalah. La última audiencia que mantuvo Cristina en su primer día de labor en la Casa Rosada fue con el titular de la Corporación Andina de Fomento, Enrique García Rodríguez.