Después de la abrupta suspensión de la entrega de los secuestrados de las FARC, Bogotá apuesta a que la frustración mundial lleve, finalmente, a la condena pública que tanto ha demandado el presidente Alvaro Uribe. “No es que no nos crean. Lo que hay en el mundo es asombro porque nadie se imaginaba que las FARC eran tan mentirosas o que actuaban con tal grado de perversión”, explicó el alto comisionado para la Paz colombiano, Luis Carlos Restrepo, en referencia a las reacciones cautas que han elegido los líderes internacionales, la dirigencia colombiana y los familiares de las víctimas. En una entrevista exclusiva con Página/12, el delegado de Uribe para negociar con la guerrilla criticó la “indiscreción” del presidente venezolano Hugo Chávez y sostuvo que en algún momento tendrá que pedir disculpas por creerles a las FARC y no un gobierno vecino.

–Después de la salida de los delegados internacionales y la suspensión de las FARC, ¿cómo siguen las negociaciones?

–Dejamos muy claro ayer (por el lunes) a la comisión humanitaria internacional que el gobierno mantiene todas las garantías para que ellos puedan ir al rescate de los secuestrados cuando crean conveniente. Mantenemos el corredor aéreo para que las aeronaves se trasladen al punto de entrega de los rehenes, la suspensión de las acciones militares en tierra en la zona selvática cercana a Villavicencio y, si es necesario, facilitaremos un corredor humanitario para que las FARC trasladen sin problemas a los secuestrados desde sus campamentos hasta el sitio donde los van a liberar. No necesitamos conocer las coordenadas exactas; nos basta con conocer el área en general. Esas son nuestras condiciones y las mantenemos. Lo único que esperamos es que el gobierno de Venezuela nos llame y no diga el día y la zona de la operación de rescate.

–¿Eso significa que siguen en contacto con Caracas?

–La comunicación con el gobierno de Venezuela sigue abierta. Hoy hablamos sobre asuntos operativos, por ejemplo, sobre el traslado del avión colombiano que llevará los expertos para tomar las pruebas de ADN de la familia Rojas, o sobre los helicópteros venezolanos que se encuentran en Villavicencio. En estos últimos días logramos un excelente nivel de comunicación con Venezuela. El canciller y el vicecanciller venezolanos agradecieron reiteradas veces la colaboración del gobierno colombiano.

–Sin embargo, el presidente Chávez responsabilizó públicamente a Uribe del fracaso del rescate...

–Lamentamos las declaraciones del presidente Hugo Chávez, especialmente que haya dicho que les cree a las FARC y no al gobierno colombiano. No es posible comparar. Las FARC son un grupo terrorista que asesina y secuestra; el gobierno colombiano fue electo en las urnas y representa a todo un pueblo. Además, en este caso específico, los que mienten son las FARC. Nosotros tenemos evidencia para creer que el niño Emmanuel (hijo de Clara Rojas, nacido en cautiverio) está bajo control del Sistema de Bienestar Infantil. Las FARC engañaron al presidente Chávez. No obstante, le pedimos que modere su lenguaje y que respete a las autoridades del gobierno colombiano. También esperamos que en algún momento decida decir públicamente lo que se nos comunicó de forma privada hasta el 31 de diciembre, es decir, que agradecían nuestro apoyo.

–Pero lo que critica Chávez es el momento elegido para sacar a la luz la hipótesis sobre Emmanuel. ¿Por qué no comprobaron la identidad del niño antes de hacer el anuncio?

–El gobierno colombiano siempre actúa con la mayor transparencia. Esto significa que tenemos la obligación de poner a disposición de la opinión pública y de las autoridades competentes toda la información del caso. En segundo lugar, hay que recordar que antes de la conferencia de Uribe el presidente Chávez había hecho una intervención pública en la que las FARC responsabilizaban al presidente Uribe por la suspensión de la entrega. Se hacía totalmente necesario que entregáramos esta información, ya que el proceso contaba con presencia de delegados internacionales y de periodistas de todo el mundo. Además, hay una serie de personas involucradas en el cuidado del niño, que como nos enteramos el 31 de diciembre, venían recibiendo muchas presiones. Era necesario hacerlo público para poner en marcha todas las medidas de seguridad posibles.

–¿Cómo es el proceso del estudio de ADN a los familiares de Clara Rojas?

–Tanto la madre como uno de los hermanos permanecen en Caracas a la espera de Clara. Por eso, hoy (por el martes) decidimos actuar con rapidez y coordinar con el gobierno venezolano para que un avión colombiano fuera con fiscales, médicos y todas las autoridades pertinentes a tomar las pruebas de ADN. El procedimiento ya se cumplió. Ahora son los jueces del fuero de Familia los que tendrán que anunciar el país el resultado.

–¿Le avisaron a la familia Rojas sobre la hipótesis antes de la conferencia?

–Nos comunicamos minutos antes y le pedimos que estuvieran atentos. Después de la conferencia, volvimos a hablar y les ofrecimos acelerar el proceso e ir a hacer las pruebas de ADN a Caracas.

–Ningún líder internacional, colombiano ni los familiares de las víctimas han salido a apoyar la hipótesis del gobierno. ¿Por qué?

–No creo que se trate de una reacción contra el gobierno. Cuando se lo comentamos a la comisión internacional, ninguno de los delegados se esperaba una situación como esa; como cuando llegaron a Colombia ninguno tenía mucha información sobre cómo sería la operación. Nosotros les explicamos que tendrían que ir a territorio selvático y que el comportamiento de las FARC era bastante cuestionable. Les contamos cómo habían secuestrado personas que venían en representación de las Naciones Unidas o que participaban de conversaciones de paz. Después de esa reunión, todos nos confesaron que no entendían por qué las FARC no entregaban las coordenadas. No es que no nos crean. Lo que hay en el mundo es asombro, nadie se imaginaba que las FARC eran tan mentirosas o que actuaban con tal grado de perversión. Lo del niño Emmanuel causa asombro pero debe servir para que el mundo sepa quiénes son las FARC.

–No termina de quedar claro cómo y cuándo el gobierno colombiano se entera de que Emmanuel podría estar en Bogotá y no en manos de las FARC.

–El niño fue abandonado en un hospital en la zona selvática en 2005, por un supuesto tío, que dijo que el niño no tenía familia. Hasta ahí era un caso como tantos en Colombia y, dado que había sido abandonado, se hizo cargo el Sistema de Bienestar Infantil. Lo llevaron a Bogotá para operarlo y curarlo. El niño presentaba varias enfermedades muy graves, además de una fractura en un bracito y tenía señales de desnutrición y maltrato. El 28 de diciembre pasado recibimos información de que el niño Emmanuel podría estar dentro del sistema de protección infantil. Esa versión ganó más fuerza cuando el 29 de diciembre el diario venezolano El Universal publicó que el hijo de Clara ya estaría en Bogotá. Comenzamos a rastrear y logramos ubicar cien niños que procedían de esta zona selvática. Al día siguiente, habíamos reducido la lista a tres niños. Fue entonces que un supuesto padre apareció para reclamar al niño, lo que terminó de despertar nuestras sospechas. Creemos que las FARC hicieron un último intento por rescatarlo para incluirlo en el canje.

–¿De dónde vino la primera información que recibieron?

–No puedo entrar en detalles sobre la información que le llega al Estado, porque se está llevando a cabo una investigación. Lo único que puedo decir es que supimos del niño por primera vez el 28 de diciembre y que nos sorprendió ver en la prensa un día después una información que iba en el mismo sentido.

–¿Qué pasa si las pruebas de ADN dan negativas?

–Nosotros no tenemos ningún problema porque actuamos con transparencia y nos sometemos a los veredictos judiciales. Lo que tienen que responder, en cualquier caso, son las FARC. Nosotros no queremos explicaciones sobre qué pasó, sólo queremos que cumplan con sus compromisos y liberen a los secuestrados.